Un colectivero murió en las últimas horas después de agonizar una semana en una clínica de Palermo con quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo. Un excompañero de la línea 325 para la que trabajaba está acusado de haberlo rociado con alcohol y prendido fuego por una supuesta infidelidad.

El trágico episodio que terminó con la vida de Daniel Contreras fue el desenlace de una trama de violencia de género, celos y presuntas traiciones que empezó seis meses atrás, cuando la pareja del acusado, Adrián Fajardo, le dijo a este que se quería separar.

De acuerdo a las primeras versiones, la mujer estaría esperando un hijo de Contreras, con quien ya había tenido una relación en el pasado y era padre de otro de sus hijos. Lo cierto es que el deseo de ella de terminar su noviazgo confirmó para Fajardo la sospecha que desde hace tiempo le daba vueltas en la cabeza y asumió entonces que los dos lo habían traicionado.

Contreras murió tras agonizar una semana por las quemaduras.

Fajardo renunció a su trabajo, pero no tomó distancia como su mujer esperaba sino que a partir de ese momento empezó a hostigarla y amenazarla. Cuando la situación se hizo insostenible ella lo denunció y consiguió una restricción perimetral, pero fue así como el hombre responsabilizó por la imposibilidad de acercarse a su familia a quien había sido su amigo y dirigió toda su furia hacia Contreras.

El 19 de junio a la madrugada concretó su venganza. Sorprendió a la víctima, que recién había finalizado su recorrido en la terminal de Laferrere, subió a la unidad y lo prendió fuego al grito de "traidor" en medio de una fuerte discusión.

Después, Fajardo quiso degollarse con un cuchillo pero sobrevivió y ahora se encuentra internado en grave estado en la sala de terapia intensiva del Hospital Paroissien. Contreras intentó por su parte escapar de las llamas pero la mitad de su cuerpo, literalmente, había sufrido un daño que fue irreversible.

La causa quedó a cargo del fiscal Fernando Garate, quien imputó a Fajardo de “tentativa de homicidio doblemente agravado por ensañamiento y por haber causado un peligro común”.