El contador Antonio Sánchez (67), dueño de la finca, se trasladó ayer hasta el lugar para interiorizarse en lo ocurrido.

A poco más de un mes de haber cobrado por su trabajo en la finca donde es casero, dos ladrones armados asaltaron al trabajador rural Alberto Díaz (54) y le robaron todos sus ahorros, un total de $100.000. El ataque ocurrió cerca de las 19 del último miércoles, en la casa de una finca ubicada en inmediaciones de Alfonso XIII y Santa María del Carril, en Carpintería, Pocito. Los delincuentes maniataron a Díaz y también hicieron lo mismo con su hijo de 15 y su hija de 14 años.

Según el relato de la víctima, había llevado unos caballos al corral y al regresar se encontró con la cruda imagen de sus hijos inmóviles en el piso, atados con precintos y con las cabezadas tapadas. Al verlo entrar, uno de los ladrones que estaba oculto detrás de la puerta le puso un arma en la frente y lo obligó a tirarse al piso. Los sujetos empezaron a exigirle dinero mientras lo golpeaban e insultaban. "Me pisaban la cabeza con los pies y decían que me iban a cortar las venas y cosas así. No sé cuánto tiempo pasó, pero fue de terror", dijo Díaz. Como no cedía, los ladrones cambiaron su estrategia y amenazaron a los adolescentes con matar a su padre. Eso funcionó, pues la chica no soportó la presión y les dijo dónde estaba el dinero, en una suerte de hueco en el techo de una habitación. La víctima estaba ahorrando esos $100.000 y tenía pensado invertirlos en algo a futuro.

Tras hacerse con los billetes, los sujetos les quitaron los celulares y se fueron, según creen en la Policía, en un vehículo. 

En tanto, una vez que las víctimas lograron deshacerse de los precintos en sus manos, tuvieron que caminar un kilómetro y medio hasta la finca de los González, para pedir ayuda. "No sé quiénes habrán sido, pero espero no vuelva a pasarnos nunca más porque fue terrible", cerró Díaz. Personal de la Subcomisaria Castro investiga el hecho, que hasta anoche no tenía detenidos ni sospechosos.