Un niño de 11 años sufrió quemaduras en el 80% del cuerpo y la Justicia ordenó ayer la detención de su padre, domiciliado en la ciudad santiagueña de Nueva Esperanza. Es que, tras ser internado, el nene contó: “Mi papi me echó nafta y me prendió fuego”.

Fue la investigación que impulsa el fiscal Diego Cortez la que motivó la orden de allanamiento refrendado por la jueza de Género, Norma Morán. De acuerdo con la investigación de la Seccional Nº 32, tres semanas atrás la víctima fue ingresada al Cepsi con graves quemaduras.

Ante los médicos, sus padres habrían deslizado que fue producto de un accidente que se produjo mientras el paciente y un hermano jugaban con un combustible.

Debido al cuadro de suma gravedad, un avión sanitario de la provincia trasladó al menor al Hospital Garrahan, en Buenos Aires. No fue nada fácil el trabajo de los médicos, pero al parecer el niño se benefició porque sus vías respiratorias no se vieron afectadas por el humo.

Tras 20 días de lucha, sobrevivió y el paciente fue enviado nuevamente a Santiago del Estero este jueves. Allí fue ingresado al Cepsi, a fin de que los médicos prosigan con el tratamiento. Parte del mismo incluye asistencia con psicólogos, oportunidad en que los expertos habrían advertido que el niño deseaba hablar, comunicarse.

En ese contexto, dos profesionales habrían dialogado con el niño, ocasión en que habría comenzado a reconstruir su historia. “¿Sabe?”, habría indicado a una de las profesionales, “no me quemé jugando con mi hermano. Mi papi me echó nafta y me prendió fuego”.

Urgente, los profesionales se lo confiaron a las autoridades del hospital. En menos de una hora, el caso llegó al fiscal, quien intervino. Las imputaciones tentativas contra el padre oscilarían entre “homicidio en grado de tentativa”, o bien “lesiones gravísimas agravadas por el vínculo”. Como consecuencia, se ordenó la aprehensión del acusado.

Fuente: El Liberal