El fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales Iván Grassi, desestimó investigar a la encargada de una unión vecinal de Capital como autora del posible homicidio culposo (sin intención) de una nena de 4 años, que murió el 7 de noviembre pasado por las lesiones irreversibles que le dejó un portón metálico de unos 3 metros por 2 de esa entidad, que le cayó en la cabeza. De las averiguaciones preliminares se determinó que, penalmente, Hortensia Inés Guerrero no puede ser señalada como responsable, pues no hubo evidencias para demostrar que conocía la existencia del riesgo de ese portón, que podía zafar de sus calces metálicos una vez abierto y desplazado. Hacía días que la mujer sólo se encargaba del cuidado del predio y del edificio desde que cesó sus funciones un triunvirato normalizador, el pasado 31 de octubre, y ella alquilaba el salón sólo para poder pagar impuestos de ese lugar, indicaron fuentes judiciales.

Los padres de la víctima cuestionaron la decisión de Grassi a través de un abogado, pero el otro fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, confirmó el desestimiento y el caso pasó al archivo. De ese estado sólo podría salir si surge un nuevo elemento de prueba antes de que el presunto delito prescriba, indicaron.

Agostina Guardia

 

La nena en cuestión, Agostina, era la única hija de Fabián Guardia y Antonella Jofré. Y el último 6 de noviembre, por la noche, habían llegado de visita a la casa de una hermana de Fabián que había sido mamá y vive con su familia al lado de la sede de la Unión Vecinal Timoteo Maradona, en Capital. En esa sede, esa noche, otras dos hermanas de Fabián Guardia participaban de un cumpleaños de una amiga al que habían sido invitadas.

Todo transcurrió con normalidad, mientras la nena intentaba jugar con sus pequeños primos que estaban en la sede vecinal. Pero alrededor de las 23,30 de aquel sábado, sucedió lo peor. El portón cayó y el marco le aplastó la cabeza a la nena contra un espacio verde situado entre la vereda y la acequia. Y fue su fin: murió a la 1,10 del 7 de noviembre.

Según fuentes judiciales, de las averiguaciones realizadas por Fiscalía con la declaración de testigos, el informe de un experto en metalúrgica y otras evidencias, no surgió que Guerrero conociera de las fallas de ese portón. Y menos que hubiera hecho u omitido hacer algo para tenerla por responsable de un delito.

De esas averiguaciones, por ejemplo, no hubo ninguna prueba de que el portón hubiese caído antes y que la mujer supiera de esa situación, indicaron.

"No tenía posibilidad de evitar el suceso porque no conocía la existencia del riesgo, puesto que sólo mantenía la custodia del inmueble limitándose a alquilar el salón para pagar impuestos", consta en el dictamen del fiscal Riveros.

El abogado de los padres de la nena, por el contrario, sostuvo que la mujer debía ser imputada. Porque no había pedido habilitaciones para el uso comercial del salón y porque tampoco ordenó realizar controles sobre el mantenimiento del portón.

Si bien todo indica que nada se podrá hacer en la Justicia Penal para detectar algún responsable, la familia de la nena sí puede reclamar en la Justicia Civil una indemnización por el tremendo daño sufrido.