Isidro Ponce recién ascendía a comisario general y era jefe de la Dirección de Inteligencia cuando quedó preso, el 2 de junio de 2016.

El excomisario general Isidro Ponce se convirtió ayer en el primer miembro de una Plana Mayor de la Policía local (el órgano máximo de decisión de esa fuerza) en ser condenado por un delito sexual, dijeron fuentes judiciales. Un juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h), lo castigó a 4 años y 6 meses de cárcel por abusar de una agente a su mando una noche de septiembre de 2011, cuando se ofreció a llevarla en su auto hasta su casa. Ocurrió cuando ambos salieron de trabajar en el ex Centro de Operaciones Policiales (hoy Cisem) y a la mujer se le hacía tarde para el micro pues vive en un departamento alejado. Unas cuadras antes de llegar, Ponce paró con la excusa de bajarse a orinar pero cuando subió se le fue encima y la manoseó en sus zonas íntimas.

Ponce podrá pedir que la Corte revise el fallo en su contra.


El magistrado creyó probado el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización. Y su fallo representó una adhesión parcial a lo que le pedían el fiscal Gustavo Manini (11 años de cárcel) y los abogados que representaron a la víctima en el juicio, Maximiliano Orozco y Cristian Catalano (pidieron 12 años de prisión). Ambas partes entendieron que las pruebas habían acreditado el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y dos agravantes: la calidad de funcionario público de Ponce y el grave daño en la salud mental de la agente.

"Dos informes psicológicos, uno de ellos de un perito oficial, revelaron que nuestra asistida fue víctima de una denigrante situación de abuso. Y los seis certificados de médicos psiquiatras que la atendieron y la atienden acreditaron las secuelas que le dejó esa traumática experiencia. Esperaremos a conocer los fundamentos del fallo y hablaremos con ella para ver si pedimos o no la revisión del fallo ante la Corte", dijo ayer el abogado Orozco.

El letrado fue muy duro con Ponce: "Se acreditó que es un psicópata narcisista y egocéntrico, es decir alguien que pudo cometer el delito que le atribuyeron contra mi asistida".

Antonio Falcón, defensor de Ponce, había cuestionado a la mujer al decir que dio cinco versiones contradictorias y estaba convencido de que su cliente debía ser absuelto. Ahora podrá pedir la revisión del fallo ante la Corte de Justicia, para ver si lo revierte.