En su Jáchal natal fue cosechador, vendedor de zapatos y un esforzado estudiante que se convirtió en docente de nivel primario y en el primer maestro jardinero de ese departamento.

La falta de trabajo lo obligó hace 21 años a radicarse en Río Negro, donde daba clases en dos escuelas y tenía una activa participación en el gremio docente.

Llevaba una vida austera y sin sobresaltos hasta que la inseguridad llamó a su puerta el martes a la noche. Ese día encontraron a este maestro sanjuanino golpeado y asesinado en la habitación que alquilaba en la ciudad de Viedma. El móvil fue el robo, según la Policía, de hecho detuvieron un joven vecino al que le secuestraron una notebook y otros artefactos que sustrajeron a la víctima.

Una amigo suyo que iba a cenar con él, fue quien el martes a las 22.40 encontró muerto a Hugo Gabriel Ortíz (56) en la pieza que tenía cerca de la ruta 1 y calle Cagliario, en el Bº Guido de esa ciudad.

En la Policía rionegrina dijeron que la autopsia confirmó que falleció producto de dos heridas cortopunzantes en el cuello, además presentaba hematomas en el rostro y en un labio.

La misma persona que halló el cadáver testimonió que del hogar del docente se habían llevado un televisor, una notebook, unos bafles y al menos un celular. Esto reforzó la hipótesis del crimen en ocasión de robo.

Las pericias de Criminalística permitieron encontrar huellas dactilares del presunto homicidio y eso permitió que el miércoles detuvieron a Jonathan David Nahuelfil (27), quien vivía en un departamento contiguo a la pieza de Ortíz, señalaron a DIARIO DE CUYO fuentes de la Unidad Regional Primera de la Policía de Río Negro.

También dijeron que en otra casa del sospechoso, en el Bº Lavalle, se secuestró una notebook y documentación perteneciente a la víctima. En otros allanamientos encontraron el televisor y otros efectos.

Hugo Ortíz era de la localidad de San Isidro, a 10 kilómetros al Norte de la villa cabecera de Jáchal. Mirtha Aráoz de Ortíz, cuñada del fallecido, dijo dolida: ‘no se merecía un final así, era demasiado bueno y respetuoso para terminar cruelmente asesinado’.