El dicho dice ‘no respetan ni a los muertos’. Y nunca más justa esa frase para contar lo que pasó en Villa América, Concepción, donde unos ladrones entraron a robar a una vivienda y a un salón de la misma familia mientras ésta daba el último adiós al dueño de casa en el cementerio.

El osado robo ocurrió el lunes último y evidentemente quienes lo cometieron sabían o estaban enterados que los propietarios de la vivienda, la familia Maratta, por algunas horas iban a estar fuera de esa propiedad ubicada en calle Cereceto y Av. Argentina, en el tradicional barrio capitalino. 

‘No vamos a hablar. Estamos muy mal por lo de mi padre’, se excusó la hija del ahora difunto Primo Maratta, fallecido el domingo último. Lo que sí confirmó la mujer es que el robo sucedió el lunes en horas de la siesta cuando estaban sepultando a su padre en el cementerio privado de 9 de Julio. Lo descubrieron a las 17, cuando llegaron a casa.

La familia realizó el velorio en una cochería, de modo que de rato en rato algunos de los integrantes pasaba por la casa, explicó un policía. Sin embargo, a la hora del sepelio, todos quisieron estar presente en el cementerio.

Eso fue aprovechado por desconocidos que, quizás sabiendo que no iba a quedar nadie en casa, ingresaron a robar a esa vivienda. Según la Policía, rompieron un vidrio y a través de un hueco abrieron la traba de una ventana para meterse por ahí.

En la Policía indicaron que en la Seccional 2da abrieron una investigación de oficio dado que la familia no había hecho aún la denuncia e informaron que de la vivienda robaron dos televisores y otros artefactos, mientras que del salón contiguo (donde antes funcionaba una carnicería) se llevaron una máquina picadora de carne.