Tres médicos del centro de salud Monseñor Báez Laspiur, que funciona en Chimbas, serán imputados a una causa penal por presunta mala praxis. Según la acusación, no atendieron correctamente a un hombre diabético que llegó a ese lugar con sus signos vitales disminuidos y murió horas después sin ser derivado a un hospital de mayor complejidad. El fiscal de la UFI Delitos Especiales Renato Roca (asistido por Maximiliano Gerarduzzi) ya pidió que se fije una audiencia para formalizar la acusación contra Rodolfo Lemos, Juan José Estévez y Andrés Martínez, sindicados como los médicos que dispusieron el tratamiento realizado. A los tres les imputarán el delito de homicidio culposo, ya que presuntamente por su impericia en su profesión e inobservancia de los deberes a su cargo provocaron o no evitaron la muerte de Sergio Fabián Castro (49).

La denuncia fue radicada el pasado 29 de septiembre por Érica Valeria González, esposa de la víctima. La mujer refirió que el 26 de ese mes, cerca de las 11, fue a buscar a su marido al trabajo porque se sentía muy mal, tenía tiritones y dolores fuertes en el costado derecho del cuerpo. Según la denunciante, llevó a Castro a la guardia del puesto Báez Laspiur, donde lo ingresaron después de las 13. En ese lugar, siempre según la denuncia, nadie daba informaciones a la familia hasta que salió una enfermera que les explicó que el hombre estuvo cerca de sufrir un coma diabético, que le habían colocado un suero con insulina, un protector gástrico y otra medicación ya que estaba con vómitos. En ese momento le dijeron a la esposa que estaba complicado y que iban a tratar de estabilizarlo.

No entiendo por qué no lo derivaron. Perdimos todo el día en la sala y por esa demora él ahora no está vivo”.
Érica Valeria González Esposa de la víctima

Según la mujer, cuando logró ingresar a la sala vio que su marido estaba apretando los puños y que tenía las uñas moradas y la boca blanca y seca. "Tenía mucho dolor, se quejaba y se movía todo el tiempo. Estaba con náuseas, era como que se ahogaba o le faltaba el aire", declaró ella. Dijo que vio cuando un enfermero le midió el azúcar, que tenía 410 y que ella pidió que le pusieran algún calmante para tranquilizarlo porque tenía presión emotiva, pero que le dijeron que tenía normal la presión aunque no vio que se la tomaran. Luego, consta en la denuncia, un médico le dijo que a su marido lo iban a derivar pero que después le pidió que se fueran a su casa para que Castro se relajara. "Me dio una derivación a un diabetólogo por si se seguía sintiendo mal. Ahí el enfermero le midió la saturación y no saturaba, estaba respirando mal. El enfermero me decía que no me lo lleve, pero el médico dijo que fuéramos a casa así se relajaba", declaró la esposa. Agregó que salieron de la sala, que su marido se desvaneció, que lo llevó al auto, que ahí lo vio muy mal, que decidió volver a hablar con el médico y que le dijo que lo ingresara otra vez. Castro fue colocado en una camilla mientras llamaban a una ambulancia para trasladarlo. "Me piden que espere afuera, eran las 17. La ambulancia se demoraba y no me dejaban hablar con el médico", declaró González. Explicó que su madre logró entrar y que vio a Castro tiritando y con la mirada perdida. En ese momento quedó con los ojos blancos, le hicieron un electrocardiograma y le salió mal. La esposa reveló que ella a las 18.23 llamó al 911. "Me comunicaron con el 107 y me dijeron que el médico había pedido la ambulancia a las 18.05 recién", afirmó. Poco antes de las 18.30 arribó la ambulancia y entró su personal. "Nadie salía. Llegó la Policía. Pasó media hora y me llamaron de la recepción y me informaron que hicieron lo que pudieron, que le dio un infarto y no lo resistió", aseguró. La esposa agregó que le dijeron en el lugar que el protocolo indica llevarlo a la morgue para hacerle autopsia, pero que le dieron un certificado de defunción que indicaba muerte por cetoacidosis diabética. Según la historia clínica, Lemos medicó a la víctima en un primer momento. Estévez fue consultado en una segunda oportunidad por dolor abdominal intenso y le aplicó analgesia. Mientras que Martínez le otorgó el alta con derivación con interconsulta para diabetólogo. Luego del reingreso del paciente, Estévez indicó electrocardiograma y luego pidió ambulancia. Lemos reiteró el pedido. Finalmente, los tres comunicaron el fallecimiento y Martínez otorgó el certificado de defunción.