Mientras muchos sanjuaninos almorzaban ansiosos a la espera del partido entre la Argentina y Chile. En Pocito -precisamente en Calle XIII y Aberastain-, una familia vivió lo que seguro podrán describir como uno de los momentos más duros de su vida. Un incendio brutal redujo a cenizas el esfuerzo y los sueños de una familia de villa San Expedito.

Según Bomberos Voluntarios de Pocito –quienes intervinieron en el control y posterior extinción del fuego-, el hecho se produjo a las 14. Julia Gordillo, la mamá del hogar encendió la cocina con la intención  de continuar con los preparativos de algo para comer. En ese momento algo falló. La garrafa explotó y una llamarada gigante llegó hasta el techo de caña de la vivienda.   

Inmediatamente, el fuego comenzó a dispersarse por el resto de la precaria casa. Con la velocidad característica, las llamas consumieron poco a poco, todo lo que había a su paso. El resultado fue claro: pérdidas absolutas de todos los bienes materiales y la mujer con la mano quemada. Aquello que pudo rehuir del fuego, no pudo del desmoronamiento del techo.

La desesperación y ansiedad logró que Leonardo Peralta, su esposa y tres hijos, que se encontraban en el interior de la vivienda pudieran escapar. Sin embargo, Gordillo que encendió la cocina inhaló una cantidad considerable de monóxido de carbono. Urgentemente tuvo que ser trasladada al hospital por la intoxicación y la lesión en la mano.

El fuego impiadoso consumió todo a su paso. A la llegada de los bomberos, el personal pudo controlar y extinguir lo que quedaba. Siempre ante los ojos atónitos y desesperanzados de una familia que quedó sólo con la ropa puesta. Una escena desgarradora contemplaron los profesionales y los curiosos cuando, al parecer, padre e hijo se acercaron a la vivienda incinerada y tocaron los escombros en busca de algo que sobreviviera.