El fallo judicial de segunda instancia que declaró la nulidad de la causa donde el abogado Santiago Graffigna fue procesado por una presunta estafa a algunos de sus clientes en juicios de expropiaciones, será recurrido ante la Corte de Justicia. El letrado querellante, Diego Sanz, anunció que hará un planteo en el máximo tribunal para que la nulidad sea dejada sin efecto y el proceso siga adelante (por otro lado se sustancia la megacausa que impulsa el Gobierno por un presunto fraude al Estado por expropiaciones, que sigue su curso). Sostiene que la resolución de la Cámara Penal “es arbitraria” y “sin elementos suficientes” para determinar que todo vuelva a foja cero.

‘Vamos a presentar un recurso de casación‘, dijo tajante ayer Sanz, el abogado que representa a los presuntos damnificados, es decir a las personas que antiguamente fueron clientes de Graffigna en juicios de expropiaciones. La medida que prepara el querellante es una vía que deja abierta la Justicia para que algunas de las partes del proceso que no está conforme con una resolución, pida que sea revisada por una instancia superior. En este caso, intentará que la nulidad que dictó la Sala I de la Cámara Penal de la causa contra Graffigna quede sin efecto y sea retomada.

El caso es un desprendimiento de la megacausa que promueve el Gobierno, ante las sospechas de que abogados, empleados públicos, peritos y hasta jueces se pusieron de acuerdo en para inflar el valor de los terrenos en juicios de expropiaciones para que el Estado pagara de más. Pero en realidad son dos procesos distintos y por delitos diferentes. La causa principal sigue en marcha y recientemente se aportaron nuevas pruebas.

La causa secundaria, contra Graffigna, se disparó cuando personas que eran sus clientes declararon en sede judicial que recibieron menos dinero del que pagó el Estado por la expropiación de sus terrenos. Además, algunos aseguraron haber sido presionados por el abogado para que no dijeran nada. A partir de ahí, la jueza María Inés Rosellot dispuso la detención del profesional y de su ex socio Horacio Alday y una serie de allanamientos. El primero estuvo detenido y la magistrada lo procesó por administración fraudulenta y coacción antes de dejarlo libre, mientras que en el caso de Alday dictó falta de mérito.

La defensa de Graffigna apeló ante la Sala I, que el viernes pasado dictó la nulidad de todo lo actuado y ordenó que la causa vuelva a fojas cero. Es decir, todas las medidas dictadas por Rosellot quedaron sin efecto, incluyendo el procesamiento. El argumento fue que el fiscal Daniel Guillén no describió el hecho por el que pretende que se investigue al abogado y que la magistrada ordenó investigar el delito de cohecho sin requerimiento fiscal.

Entre los argumentos que manifestó Sanz (ver aparte) para cuestionar la nulidad, dijo que ‘la resolución, en un 95 por ciento, se basa en disposiciones dogmáticas y sólo un 5 por ciento hace mención a los considerandos‘. Sobre estos últimos, expresó que ‘son arbitrarios y pecan de un excesivo rigor manifiesto.

Según el querellante, ‘lo que no se entiende es por qué la Sala I recién ahora nulifica esta forma de requerimiento del fiscal Guillén y no lo hizo en innumerables ocasiones en las que esta misma sala lo aceptó‘.

Fuentes calificadas aseguraron ayer que el fiscal de Cámara está evaluando si recurre también la nulidad dictada. Por otra parte, Rosellot, que fue apartada de la causa, consultada por este diario, prefirió no haber declaraciones.