Embestida. El cortista Juan Carlos Caballero Vidal decidió anticiparse y dar una declaración informativa. Antes había recusado al juez y al fiscal federal.

Un testigo señaló que Caballero Vidal ordenó la autopsia de Alberto Carvajal por pedido del entonces jefe del RIM 22, pero no habría investigado cómo se produjo la muerte de la víctima (que fue torturada) ni habría enviado el resultado de la pericia a la Justicia Federal. El cortista se defendió de ese caso aunque aún no hay requerimiento de instrucción. Recién el juez le corrió vista al fiscal para que se expida.

Frente a la tormenta que significa una eventual indagatoria por la supuesta participación en delitos de lesa humanidad cuando era juez de primera instancia, el ministro de la Corte de Justicia Juan Carlos Caballero Vidal abrió el paraguas. Si el magistrado Federal Leopoldo Rago Gallo decide interrogarlo, la posibilidad que se cierne es que para poder hacerlo primero debe pedir el desafuero, lo que se da con un juicio político. Ante ese panorama, el cortista presentó ayer un escrito como declaración informativa, en el que plasmó su versión en la causa Cevinelli, en la cual está imputado. No fue lo único dado que llamativamente dio explicaciones por el caso Carvajal, en el que si bien ha sido mencionado aún no está en la mira judicial. De esa manera, la estrategia de su defensa ha sido adelantarse, tratar de desvirtuar las sospechas de un expediente en su contra y de otro que está en danza para intentar demostrar que no hay delitos y no tener que pasar por un potencial proceso de destitución.

El cortista está imputado como presunto partícipe necesario del secuestro, las torturas y el robo que sufrió Héctor Cevinelli en 1977, causa que se desencadenó por el testimonio de quien fuera su abogado, Pedro Bayugar, durante el segundo megajuicio por delitos de lesa humanidad. Este dijo que luego de que presentara un hábeas corpus y de que apareciera la víctima, habló con Caballero Vidal por una moto robada y que le respondió "supongo que tendrán poderosas razones para olvidarse de todo lo sucedido", a la vez que colocó en su escritorio una pistola. El fiscal Francisco Maldonado sospecha que el hoy cortista formó parte del plan represivo de la última dictadura militar y que desde su cargo de entonces, en el Juzgado Nº6, habría garantizado la impunidad de los autores de las violaciones de los derechos humanos que padeció Cevinelli, al no avanzar en su esclarecimiento.

Por otro lado, en la investigación de esa causa surgió el testimonio del abogado Carlos Bula, quien manifestó que en 1977, el entonces juez ordenó la autopsia de Alberto Carvajal por pedido del jefe del RIM 22, pero no habría investigado cómo se produjo la muerte de la víctima (que las autoridades intentaron hacerla pasar como un suicidio pero fue brutalmente torturada) ni habría enviado el resultado de la pericia forense a la Justicia Federal. Según fuentes calificadas, Rago Gallo recién le ha corrido vista a Maldonado para que este decida si pide la ampliación de la instrucción por ese expediente.

Pese a que no existe ninguna imputación sobre este último caso, Caballero Vidal decidió anticiparse y dar explicaciones. Asesorado por los abogados Fernando Castro y Rolando Lozano, señaló que Carvajal estaba detenido en el Penal de Chimbas, área controlada por miembros del Ejército, por lo que en esa época regía la llamada Justicia Militar. Por lo tanto, indicó que no tenía competencia para investigar esa muerte, con lo que apuntó a desvirtuar la idea de una "postura pasiva". Además, resaltó que se está dando por sentado que al colaborar ordenando la autopsia, "debería haber sabido que la muerte de Carvajal se había producido como fruto de las torturas padecidas, cosa que tampoco es cierta", ya que los detalles del fallecimiento "se conocieron con certeza mucho tiempo después".

Con respecto al caso Cevinelli, le apuntó a los dichos del testigo Bayugar. Así, lo trató de mentiroso y cuestionó que no diera su declaración tras el retorno de la democracia y lo hiciera recién en 2012, entre otros puntos.


Las otras jugadas

Recusación

La primera embestida que realizó Caballero Vidal, a través de sus abogados, fue recusar al juez Rago Gallo y al fiscal Maldonado. El magistrado recibió el aval de la Cámara Federal de Mendoza para poder seguir en la causa. Así, este fue el encargado de decidir que el representante del Ministerio Público también continúe en la investigación. El cortista no acudió a una instancia superior tras el respaldo que consiguió Rago Gallo, pero sí decidió apelar el rechazo a la recusación de Maldonado. En el escrito, insistió en que el fiscal incurrió en una "conducta omisiva", ya que había tomado conocimiento del testimonio incriminante y que actuó tarde.

Críticas

Pese a que no está imputado en la causa Carvajal, Caballero Vidal hizo un análisis de ese expediente y deslizó críticas a los investigadores por las imputaciones que lanzaron en su contra. "Sólo una intención abierta y sesgadamente incriminatoria, muy lejana a la objetividad que se requiere en hechos tan graves como los que se me imputan, podría llegar a concluir que hubo de mi parte actos de connivencia con la persecución política que se llevó a cabo en la provincia (lo mismo que en el resto del país) por parte de la dictadura. Ni siquiera se me puede imputar responsabilidad por omisión culpable alguna", destacó.

Causa Cevinelli y Carvajal

1- El fiscal Maldonado pidió la indagatoria de Caballero Vidal en la causa Cevinelli como presunto partícipe necesario de los delitos de tormentos agravados, privación ilegítima de la libertad y robo agravado, además de señalarlo como integrante de una asociación ilícita, de no promover la investigación penal y de lanzar amenazas. Tras el escrito defensivo, el juez Leopoldo Rago Gallo debe definir si lo indaga.

2- Un testigo señaló que Caballero Vidal ordenó la autopsia de Alberto Carvajal por pedido del entonces jefe del RIM 22, pero no habría investigado cómo se produjo la muerte de la víctima (que fue torturada) ni habría enviado el resultado de la pericia a la Justicia Federal.
El cortista se defendió de ese caso aunque aún no hay requerimiento de instrucción. 

Recién el juez le corrió vista al fiscal para que se expida.