Al respaldar una propuesta de la oposición, los tres concejales oficialistas en Iglesia tuvieron el martes un peso decisivo para limitar la facultad del intendente Marcelo Marinero de reasignar partidas presupuestarias a su voluntad.

Ayer habló uno de ellos, Hugo Aguirre, quien resaltó que no hay ninguna interna con el jefe comunal debido a que este coincide con la medida, ya que apunta a demostrar que las cosas se están haciendo bien.

Fue el único que hizo declaraciones, dado que sus dos colegas, Gustavo Deguer y José Godoy, y el titular del Ejecutivo municipal no contestaron los llamados ni los mensajes de este medio.

La decisión de los tres ediles bloquistas levantó polvareda por un posible distanciamiento con Marinero, ya que para redistribuir fondos de un área hacia otra necesitará la autorización del Concejo.

El presupuesto de Iglesia contempla 225 millones de pesos.

La movida implica un cambio radical sobre cómo se venía manejando el municipio, ya que en la gestión pasada, su hermano Mauro siempre contó con el respaldo de los miembros del cuerpo deliberativo para reasignar partidas a discreción.

Aguirre destacó que el intendente “está de acuerdo” con que el Concejo termine dando el OK final “para trabajar más tranquilo” y que “no hay conflicto de poderes”. El edil opinó que “esto sirve para que el pueblo esté tranquilo de que las cosas se van a hacer como correspondan”. El basualdista Carlos Ibazeta había dicho que la medida sirve de control, ya que “no se sabe qué se hace con la plata”.