- ¿Qué opinión le merece el último fallo de la Corte Suprema que rechazó el beneficio del 2x1 a los exrepresores?

- Lo que ha hecho la Corte es avalar la constitucionalidad de la ley que promovimos en el Congreso luego de que la misma Corte le diera en 2017 el beneficio del 2x1 a un represor detenido. Nosotros apoyamos esa ley desde el primer momento. En esa oportunidad, a mí se me malentendió porque dije que había que respetar los fallos de la Justicia, pese a que siempre nos opusimos al 2x1. Ahora ha quedado firme que ese beneficio no es aplicable para los delitos de lesa humanidad.


- ¿Entiende que es un avance en materia de Derechos Humanos?

- Hay que pensar y entender la lógica propia de lo que representa para la Argentina los delitos de lesa humanidad y lo que plantea siempre el Presidente, que en la Justicia nadie tiene que tener atajos. Las condenas son para cumplirlas.


- En un momento, distintos organismo manifestaron que el macrismo no iba a avanzar con los juicios contra los represores de la última dictadura...

- Eso es una falacia que algunos sectores minoritarios sostienen como parte de su discurso. Lo utilizaron en la campaña del 2015 para estigmatizar al presidente Macri. La realidad muestra que en estos tres años, con lo que representa la independencia de poderes, fue récord en cuanto a juicios, sentencias y condenas por lesa humanidad.


- Hubo mucho revuelo con el protocolo que promovió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el cual fue señalado como que violaba derechos humanos...

- Eso no es así. Es absolutamente falso. Invito a que se lea el protocolo. Lo primero que hay que dejar en claro es que se limita a las fuerzas federales. Y no está planteado el debate obligando a las provincias a adherir con sus policías. Es más, el primer párrafo está consagrado a la defensa de los derechos humanos y a consagrar la vida. Incluso, está alineado con Naciones Unidad, a la convención de 1991 en cuanto al uso de armas de fuego por parte de los agentes federales. Está inspirado en eso. Esta privilegiada la vida por sobre la muerte.


- ¿Se lo criticó como vía libre al gatillo fácil?

- La Argentina tiene que reconocer que, por nuestra historia y por cómo está constituida nuestra sociedad, genera tensiones el tema seguridad, pese a que hay un reclamo mayoritario de elevar nuestros niveles frente al avance de la inseguridad y la delincuencia. Tenemos que hacer un cambio cultural en ese sentido. Los temas de derechos humanos no son contrapuestos, son complementarios a la seguridad. El protocolo no es "gatillo fácil".