La interna que estalló en Ullum entre el jefe comunal, Leopoldo Soler, y su rival, presidente del Concejo Deliberante, Alfredo Carrizo, quien estuvo a cargo de la intendencia durante 22 días, sigue sin poder resolverse. La puja es tal que hoy ambos sostienen que son la máxima autoridad del municipio.

Las diferencias surgen porque el segundo, junto con el resto de los ediles, entiende que el intendente debe presentar el alta médica otorgada por la clínica para luego emitir una ordenanza que lo habilite a cumplir sus funciones y hasta que eso no suceda, él sigue estando a cargo provisoriamente del municipio. Por su parte, Soler insiste en que esa presentación no hace falta y que su llegada al edificio comunal, el viernes pasado, es comunicación suficiente para que los concejales sepan que ya está en funciones.

En 22 días, el intendente interino sacó a tres funcionarios.

Pero las diferencias no pasan sólo por las formas, sino que Carrizo, sus compañeros de bancada basualdista y los opositores sostienen que lo firmado hasta ahora por el intendente no tiene validez. Es más, Daniela Salinas del Frente para la Victoria explicó que “si una ordenanza puso en funciones al presidente del Concejo, una ordenanza debe sacarlo y reintegrar el cargo al intendente”.

Y ese punto no es menor porque Soler ya tomó la posta en el Ejecutivo y, según fuentes calificadas, firmó el viernes cinco decretos: uno asumiendo sus funciones como jefe comunal, tres para desafectar funcionarios que su interino había designado, más un quinto echando al secretario de Gobierno, Lucio Echegaray, por haber impulsado los cambios junto con Carrizo dentro del municipio. 

Además, ayer hizo otro movimiento, dado que ya le encontró reemplazo a Echegaray, y designó en el cargo a Alfredo Jofré, exsecretario de Deporte del municipio, quien fuera desplazado en su momento por el jefe comunal provisorio.

Hasta el momento, ninguna de las dos partes da el brazo a torcer y según explicaron las fuentes, de no mediar una solución, la situación puede recaer en la Justicia, algo que ninguno de los actores quiere.

Al ser consultado, Soler explicó que “a mí me elige la gente, no los concejales. Si a ellos les parece que no estoy en condiciones, deberían hacer una junta y declararme incapaz. Se hizo un instrumento legal donde el presidente del Concejo se hacía cargo mientras dure mi ausencia y cuando hemos vuelto, lo hemos hecho para cumplir con nuestra función”.

Por otro lado, Carrizo manifestó que “presentamos una nota en la Clínica El Castaño pidiendo que nos remitan el alta médica de Soler. Con eso, inmediatamente llamamos a una sesión extraordinaria para que cumpla con sus funciones. Yo soy el intendente interino, pero el que está firmando es él y creo que sus firmas no tiene validez”.