La Ley de Glaciares es un tema que en San Juan lleva más de una década siendo central y con la llegada de un proyecto para modificarla a Buenos Aires, el rol de la provincia fue clave. Privados y también otros funcionarios de gobierno destacaron que las gestiones de Marcelo Orrego y Juan Pablo Perea sirvieron para definir algunos de los cambios que buscarán introducir. Pero además, la provincia sentó un precedente cuando analizó un glaciar de escombro, que demostraron que no tenía relevancia para el recurso hídrico. La metodología usada, que puso en práctica los exámenes que exige la ley de 2010 que nunca se aplicaron a gran escala, podría ser un ejemplo para otras provincias. 

El lunes en la noche se conoció el proyecto para modificar la Ley 26.639 Régimen de Presupuestos Mínimos para la preservación de los Glaciares y el Ambiente Periglacial, que es conocida como la Ley de Glaciares. La intención de Nación es modificar artículos clave para “ordenar el marco normativo vigente, poner fin a interpretaciones arbitrarias y consolidar un esquema de federalismo ambiental”, dijeron en un comunicado. 

Estos objetivos se plantean en la modificación que buscan del Artículo 1 de la normativa actual. El objetivo general es la protección de glaciares y el ambiente periglacial como reserva estratégica de recursos hídricos. Lo que cambia es que incorporarán que este cuidado debe ser compatible con los artículos 41 y 124 de la Constitución Nacional

Es el segundo donde se ve la influencia de San Juan, en lo que calificaron como “un trabajo silencioso de meses, en soledad, liderado políticamente por el Gobernador y coordinado técnicamente por Juan Pablo Perea”. Es que este fragmento aclara que el dominio originario de los recursos naturales es de las provincias. Uno de los pedidos que habían hecho las autoridades locales era que se tuviera en cuenta a la hora de decidir sobre las geoformas a las jurisdicciones.

En el nuevo texto, el IANIGLIA seguirá haciendo el inventario, pero la discusión sobre si tienen aporte hídrico o no tendrá a las provincias involucradas. En la modificación está la posibilidad de que si una geoforma no tiene aportes relevantes como reserva de agua, queda fuera de la protección de la actual norma, aunque permanece bajo el amparo de la Ley General de Ambiente. 

Desde el sector privado, el presidente de la Cámara Minera de San Juan, Ivan Grgic, destacó que el pedido de clarificación fue “una novedad que recibimos con satisfacción, estamos absolutamente contentos”. Agregó que reconocen “el trabajo que ha hecho la provincia para este logro y entendemos que el diálogo del gobierno actual con el nacional tiene mucho que ver con que este proyecto llegue a Nación”. 

La ley, con los cambios propuestos por San Juan 

El nuevo texto, que se tratará en sesiones extraordinarias del Congreso de la Nación, incluye la participación de las provincias. Además del cambio en el primer artículo, solicitaron hacer dos clarificaciones en los artículos 3 y 3 bis. 

En el primero, que es donde se crea el inventario nacional de glaciares, el texto nuevo incorpora que se deben individualizar “glaciares y geoformas periglaciares en el territorio nacional que cumplan con las funciones de reserva estratégica de recursos hídricos y como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas”. Esta redacción es clave, porque incorpora que el objeto a proteger por la ley son aquellos que tienen un impacto positivo en la cantidad y calidad de agua.  Esta clarificación, dijo el presidente de la Cámara Minera, es lo que estaban esperando desde el sector, para evitar incertidumbre, incluso dijo que puede “aumentar la inversión de los proyectos en exploración en los próximos dos o tres años y de nuevas empresas en los próximos 5 años”. 

En cuanto a ese rol que cumplen las geoformas, San Juan puede hacer un aporte más a la forma de aplicación de la ley. Es que la provincia hizo algo que a nivel nacional todavía no fue posible a gran escala: los monitoreos y estudios de segundo y tercer nivel que son necesarios para determinar qué aporte tienen los glaciares de escombros a la cuenca. 

Se habla de este tipo de geoformas porque son los que estuvieron en discusión desde el inicio. Los glaciares de escombros son formas que pueden o no contener agua, pero que la mayor parte de su composición es sedimento y rocas que están a menos de 0 grados. Estos conforman el ambiente periglacial. 

En algunos casos estos cuerpos está confirmado que hacen un servicio a los ciclos hídricos y en otros los especialistas consideran que es “irrelevante”. Para determinar este rol, la ley preveía hacer otros dos tipos de estudios en el inventario, que hasta ahora no se pusieron en práctica, ya que requieren de estudiar cuerpo por cuerpo, con mediciones en el lugar y trabajos específicos. 

El caso de ejemplo es el estudio que realizaron en el glaciar de escombros ubicado en el proyecto El Pachón. Técnicos del Ministerio de Minería y equipos de la UNSJ, que actuó como veedor del procedimiento y también hizo sus pruebas, determinaron que la geoforma ya no aportaba a la cuenca hídrica, que el porcentaje bajo de agua que había en su interior no se había derretido en más de 3.500 años. Debido a esto, pidieron retirarlo el inventario nacional. 

Consultado sobre si esto podría sentar un precedente para futuros estudios de glaciares de escombros, Grgic dijo que era un ejemplo para otras jurisdicciones. “Desde la Cámara entendemos que San Juan tiene un liderazgo no solo en su rol político y técnico, sino también en lo procedimental”, dijo. Si bien aclaró que está por verse si este será el sistema que usen otras provincias o cómo lo pondrá en práctica la ley, agregó que es una buena opción y que se puede proponer o incluso mejorar a partir de los avances locales.