Especialistas en dermatología recomendaron usar protector solar y controlarse los lunares una vez al año con un dermatólogo con el objetivo de evitar el cáncer de piel.

Algunos lunares pueden ser precursores de cáncer de piel, en general de un melanoma que es un tipo de carcinoma que; si bien es el menos común, es el más agresivo y peligroso. El riesgo está en que puede iniciarse como un lunar o como una zona que cambia de apariencia, no obstante, detectado en forma temprana es posible curarlo, de allí la importancia de consultar a un profesional.

“El daño solar es acumulativo e irreversible y, como la piel tiene memoria, la radiaciónacumulada es irreparable porque penetra hasta el ADN de las células y puede originar cáncer”, sostuvo María Viniegra, coordinadora del Plan Provincial de Control de Cáncer del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aries.

Tres tipos de tumores

Los tumores de piel pueden ser de tres tipos: carcinomas basocelulares, espinocelulares y melanomas, pero la buena noticia es que se pueden detectar precozmente en la mayoría de los casos.

Por eso, los especialistas aconsejan que los lunares, manchas o lesiones en la piel que no cicatrizan deben ser motivo de control inmediato.

Eso sumado a la toma de conciencia a la hora de exponernos al sol: no hacerlo de 10 a 16, aplicarse cremas con factor de protección 50 media hora antes (para que haga efecto) y renovar cada 2 horas, tanto en niños como en adultos.

El método mnemotécnico “ABCD”

En ese sentido, la jefa del Servicio de Dermatología del hospital San Martín de La Plata, Roxana Maradeo, detalló que “en la consulta se evalúan 4 cosas denominadas las reglas del ABCD: A de asimetría, es decir que una mitad no sea diferente a la otra, B de los bordes; porque no es lo mismo tener un lunar redondito a uno con bordes angulosos, la C de color, y D de diámetro; ya que más de 5 milímetros es sospechoso y puede ser un melanoma”.

Entre otras cosas, desde Salud recomendaron usar ropa y accesorios adecuados como gorro o sombrero de ala ancha, ropa de trama apretada (con mangas), anteojos de sol con filtros para RUV (radiación ultravioleta); aplicarse abundante cantidad de protector solar, de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVB-UVA), con FPS (factor de protección solar) +50, cubrir toda la piel expuesta y los lunares 30 minutos antes de ponerse al sol y renovarse cada 2 horas.

También sugirieron evitar la exposición directa al sol desde las 10 hasta las 16, cuando los rayos ultravioleta son más intensos y recordar que la arena, el agua y la nieve reflejan los rayos y aumentan su acción.