Si bien ya algunos países están flexibilizando sus restricciones, y día a día los diferentes gobiernos van evaluando como seguir la lucha contra el Covid-19; existen todavía recomendaciones de científicos que incluso se meten en los momentos más íntimos de una pareja.

Si bien no hay evidencias de que este virus se propague a través de secreciones vaginales o semen, desde hace ya un tiempo que la recomendación primera en estos días para lograr la satisfacción sexual es la masturbación; pues es la manera más segura de disfrutar del placer sexual con asepsia.

Desde ya, las parejas ocasionales están totalmente desaconsejadas, y ahora un puñado de investigadores de la Universidad de Harvard recomiendan, a través de un estudio publicado en el magazine Annals of Internal Medicine, que las parejas estables utilicen tapaboca, máscara o barbijo a la hora de practicar sexo, ya que incrementa la seguridad y son una barrera para evitar el contagio. 

En la publicación, los estudiosos de Harvard clasifican los distintos posibles encuentros sexuales en función de la probabilidad de que las personas se infecten de coronavirus mientras practican el sexo. Los que tienen menos probabilidades de contagio son los que practican la abstinencia y la masturbación.Las relaciones sexuales con individuos que cumplen la cuarentena en el mismo hogar siguen en la escala, y finalmente si hay sexo con gente que viene de un lugar externo se considera de “alto riesgo”. 

El doctor Jack Turban, investigador principal del estudio, expresó: “Para algunos pacientes, la abstinencia total de la actividad sexual en persona no es un objetivo alcanzable. En estas situaciones, tener relaciones sexuales con personas con las que se ponen en cuarentena es el enfoque más seguro".

En tiempos de abstinencia sexual, los científicos recomendaron como una práctica “óptima durante la pandemia” la de mantener sexo virtual o remoto. “Conlleva un balance entre la posibilidad de tener intimidad afectiva y resguardarse de los contagios”, explicaron.

“La sexualidad es un impulso vital, es una necesidad y una función bio-psico-espiritual y social de las personas. Cada uno y una, de acuerdo a la cultura en la que han evolucionado y están inmersos, gestionarán el espacio y el modo en que su sexualidad se manifieste en el estadio pandemia-postpandemia”, expresó en diálogo con este medio la doctora Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.

Para la especialista, “en algunas sociedades el contacto físico representa un tipo de vinculación a la cual se le da un valor, mientras que en otras, es solo un estilo de saludo sin mayor trascendencia". "También existen personas para las cuales la sexualidad es una forma de vehiculizar sentimientos de conexión y afecto, mientras que para otras, es la simple descarga de un impulso o la satisfacción de una necesidad biológica. En ese sentido cada país y cada sociedad buscará su propio modelo, que estará relacionado con sus costumbres y estilo de vida”, aseguró.

El estudio pone énfasis en que los riesgos son mayores cuanto más posiblemente expuesta esté la persona a la circulación del virus. Si una pareja convive y ninguna de ellas sale de la casa más que para lo necesario, el porcentaje de posibilidades de contraer el coronavirus se reduce. De todas formas, remarcaron que las medidas precautorias son siempre necesarias.

“La flexibilización de la cuarentena por razones laborales implica que uno o ambos miembros de la pareja deben circular por ámbitos donde el virus está presente y luego pueden transportar algún tipo de carga viral cuando regresan a sus hogares. Tratada la ropa y los objetos según las recomendaciones de las autoridades sanitarias, el riesgo restante sería que las personas fueran portadoras no sintomáticas del virus y la única forma de prevenir el contagio entre convivientes sería el uso de barbijo y extremar medidas higiénicas”, advirtió Literat.