Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania desarrolló una hormona inyectable cuyo compuesto se encuentra presente en el chocolate y podría aumentar el deseo y rendimiento sexual de los hombres.

Los científicos descubrieron que este químico provocaba que los hombres lograran una mayor excitación al estar expuestos al olor del perfume o imágenes de los rostros de mujeres.

La hormona, denominada kisspeptina -o viagra de la mente-, es un componente natural que estimula la liberación de otros químicos y hormonas reproductivas.

Esta inyección fue bautizada como kisspeptin por la proximidad de la Universidad Estatal de Pensilvania con la fábrica estadounidense de chocolates donde se fabrican los “kisses”.

Los investigadores esperan que con una simple aplicación de esta hormona algún día se pueda ayudar a mejorar el rendimiento sexual de las personas que sufren de un bajo deseo sexual.

En el mundo, uno de cada tres hombres adultos sufre de problemas sexuales, así como falta de deseo, de naturaleza psicológica en lugar de física. Estos trastornos pueden dañar tanto las relaciones como la fertilidad. Uno de los problemas más comunes es la pérdida de la libido o deseo sexual, que a menudo está relacionado con problemas personales, estrés o cansancio.

La disminución de la libido también puede representar un problema médico subyacente, como la reducción de los niveles hormonales. A pesar de la frecuencia con la que se produce el bajo deseo sexual en la población, hay pocos tratamientos disponibles para esta situación, ya que no se ha descubierto aún en profundidad sobre los procesos cerebrales que lo subyacen.

En este estudio, publicado en la revista científica JCI de la Sociedad Estadounidense de Investigación Clínica, el doctor Alexander Comninos -a cargo de la investigación- y sus colegas utilizaron escáneres cerebrales de imágenes por resonancia magnética (IRM) a 33 hombres heterosexuales de entre 18 y 34 años mientras olían una fragancia popular común en mujeres y observaban imágenes de rostros de mujeres.

Para elegir el aroma, tuvieron en cuenta que se ha demostrado previamente que la fragancia de la firma Chanel No. 5 está asociada con la excitación sexual.

Los investigadores pusieron a prueba la kisspeptina para estimular regiones del cerebro que gobiernan la atracción en hombres jóvenes con una libido normal.

Descubrieron que, cuando se administraba kisspeptina en lugar de un placebo, la actividad en las vías de atracción de los cerebros de los participantes mejoraba, tanto al oler el perfume como al ver las caras de las mujeres.

También llegaron a la conclusión que, al ver las caras, la kisspeptina tenía un mayor efecto sobre la generación de atracción en los hombres que tenían una calidad de vida sexual más baja.

El equipo de estudiosos ahora espera realizar los primeros ensayos clínicos en pacientes que han sido diagnosticados con baja libido.

Anteriormente habían demostrado que la kisspeptina mejora la forma en que el cuerpo procesa la excitación sexual. Los últimos resultados destacan su impacto en la materia gris y la atracción, un proceso fundamental que puede conducir a la excitación y a la actividad sexual.

“La administración de kisspeptina aumentó los niveles de esta hormona circulante pero no los niveles de testosterona o cortisol”, reza el estudio en sus conclusiones, al mismo tiempo que explican: “aumentó la actividad cerebral en los circuitos olfativos y límbicos que rigen el comportamiento sexual humano, al exponerse a un agradable aroma femenino”.