Inesperado. El barrio CEC fue bloqueado ayer pasado el mediodía por un caso de coronavirus. Luego sumaron el UDAP III y el Campodónico.


Faltaban pocos minutos para las 14 cuando un operativo policial y de Salud Pública llegó al barrio Centro Empleados de Comercio. La sorpresa y el desconcierto de no saber qué pasaba terminó por confirmar a los minutos lo que pensaban pero menos querían: un caso positivo de Covid-19 era lo que obligaba a bloquear los ingresos a ese conglomerado de Santa Lucía. Luego, con el paso de las horas, sucedió lo mismo con los barrios aledaños, el Udap III y el Campodónico.

El CEC, de unas 115 viviendas y ubicado en la zona de avenida Libertador y Colón, se convirtió en el primer barrio del Gran San Juan en cerrar sus puertas por un caso de coronavirus. Los primeros fueron en Caucete, el miércoles (luego aislaron a todo el departamento); mientras que el UDAP y el Campodónico fueron bloqueados por prevención ante la cercanía.

"Me enteré porque volvíamos de trabajar y nos encontramos con esto. Lógico que no lo esperábamos pero lo tomamos con calma porque sabíamos que en algún momento el virus nos iba a tocar de cerca", comentó Mario Agüero, un vecino de toda la vida del lugar.

"A todos nos encontró desprevenidos pero los vecinos están tranquilos. A pesar de ser mayoría de gente grande nadie entró en pánico", sostuvo Agüero.

Hasta ayer por la tarde ninguna autoridad les había comunicado a los vecinos los pasos a seguir y ese desconcierto era lo que reinaba. Los vecinos estaban a la espera de saber si los iban a hisopar o si podían salir a abastecerse. "No sabemos qué es lo que va pasar. Anda la Policía caminando por las veredas pero nadie se acerca a decirnos algo", comentó Lucía Jofré, otra de las vecinas.

"La mayoría de la gente sale a comprar al supermercado de la Libertador", expresó Carolina Moyano, una joven que ayer se encontró con el barrio vallado cuando se dirigía a trabajar.

Mientras la Policía cambiaba las cintas que habían puesto para tapar los ingresos por vallas, muchos familiares de vecinos que estaban dentro se acercaban para conocer qué iba a pasar, pero siempre de una forma pacífica y colaborando con las autoridades que llevaban adelante el operativo.