Con sus colores. Camila Vera tiene 9 años y juega al fútbol en el Club Aberastain de Pocito. Es fanática de este deporte y es la única nena que juega entre los varones de su categoría (abajo).
 

Lleva el fútbol en el corazón. Todos los días entrena, aunque sea un rato en el patio de su casa. Tiene asistencia perfecta en las prácticas semanales y hasta fue a jugar enferma, porque no quiere dejar a su equipo. Sumado a eso, es uno de los pilares fundamentales de la Categoría 2009 del Club Aberastain. Ella es Camila Vera, una nena de 9 años que juega al fútbol en un equipo y en un campeonato de varones y que la rompe cada vez que le toca pisar el campo de juego. "Lloro si alguien no me puede llevar a los entrenamientos, para mí el fútbol es muy importante", dijo la nena que es la capitana de su equipo. Camila juega entre varones porque en su categoría no hay fútbol femenino.

"Soy la capitana y siempre les digo a mis compañeros que se organicen".

CAMILA VERA- Futbolista

La nena comenzó a jugar al fútbol hace 3 años. Comentó que la primera vez que pisó una cancha de fútbol fue cuando acompañó a sus hermanos a un entrenamiento. "Ellos venían a jugar y ahora, al final, la única que juega es Camila, porque sus hermanos dejaron de a poco", recordó Verónica Pereyra, la mamá de Camila, quien además confesó que le costó mucho asimilar que su hija jugaba entre tantos varones. La mamá dijo que a diferencia de sus compañeros ella llega vestida desde su casa cada vez que juega, para no entrar a los camarines.

"Ahora que jugamos en la cancha de 11 le pedí al profe que me deje jugar de enganche porque no me gusta tanto defender, pero me dijo que igual tengo que ayudar a mis compañeros", dijo entre risas Camila, que generalmente juega de mediocampista. Es fanática de Boca y el Barcelona, sueña con jugar como Messi y dijo que lo que mejor le sale dentro de la cancha son los tiros libres. "Hice varios goles de tiro libre y también pateo los tiros de esquina. Ahora en la cancha grande me salen mejor porque antes me costaba controlar la fuerza y muchas veces pateaba la pelota hasta el otro lado", dijo y comentó que otra de las cosas que le gusta hacer es "gambetear" a los rivales.

A pesar de que juega rodeada de niños, dijo que no siente miedo de "trabar" para quitar una pelota o de tener que tirarse al suelo para evitar que le hagan un gol. Es más, su mamá comentó que ella sufre más que Camila cuando le tocan partidos difíciles. "Hay veces que estamos en la tribuna y los padres de los otros rivales le dicen cosas o creen que a ella le tienen compasión porque es mujer, pero eso no sucede", dijo Verónica y comentó que la familia siempre la acompaña a los partidos. "Mi abuela siempre me grita", dijo entre risas Camila y contó que su papá la ayuda a entrenar y es quien la lleva a la cancha a ver los partidos que a ella le gustan. "Me llevó a ver a Boca y una vez fuimos a ver a la selección Argentina de mujeres", recordó la nena que sueña con poder llegar a jugar en un equipo de primera. "Hay chicas que hasta juegan en España en equipos profesionales", dijo y contó que cuando sea más grande va a tener que jugar en los equipos femeninos porque ya no la van a aceptar entre los varones.