La gente cargando bidones de agua y las largas filas de vecinos en los almacenes esperando para comprar agua envasada fueron las postales más repetidas hasta ayer en Caucete.

Es que, desde el miércoles pasado, el miedo, la incertidumbre y el enojo se adueñaron de la gente de ese departamento, luego de que 375 personas terminaran en el hospital por bacterias que contaminaron el agua.

Ayer, OSSE, Arquitectura, Desarrollo Humano y Educación trabajaron en la limpieza de tanques de agua y cisternas de las escuelas para garantizar que mañana arranquen las clases normalmente. Por su parte, Sergio Ruiz, el presidente de OSSE, confirmó que el agua está libre de bacterias y levantó la restricción del servicio. Es decir, aseguró que la gente ya puede volver a beber agua de la red.

El problema se originó el miércoles cuando se dañó el equipo dosificador de cloro por la rotura en una válvula de inyección. Ante esto, y tras la gran cantidad de personas que llegaron al hospital caucetero con vómito y diarrea, hicieron estudios en el agua y se detectó que había un problema, que fue solucionado el mismo sábado, pero igual se decidió restringir el uso del servicio para consumo humano, hasta ayer en la tarde.

Se detectó que bacterias coliformes contaminaron el agua. Ruiz dijo que estas bacterias no están relacionadas al contacto con líquido cloacal o materia fecal. Durante estos días, el caos fue generalizado en el departamento.

Por un lado la gente se mostró indignada por la mala e insuficiente atención que recibieron en el hospital de Caucete. ‘Tuve a mi hija internada en una clínica durante 4 días. La llevé al hospital y no tenían Dipirona.

A la gente la mandaban a 25 de Mayo para que le consiguieran la medicación. Yo tengo obra social y me fui, pero hubo mucha gente que no podía‘, dijo Fabiana Basso, mientras que otros vecinos dijeron que en el hospital hubo pocos profesionales, para la cantidad de personas afectadas y que en ningún momento se montó un operativo extraordinario para poder atenderlos más rápido.

Por otra parte el miedo y la incertidumbre también invadieron a todos. Es que los vecinos declararon que desconfían de que el agua vuelva a ser sana. ‘La gente no sabe si confiar en el servicio de agua potable. A mí el trabajo se me incrementó porque todos quieren que limpiemos los tanques para prevenir‘, dijo Pedro Antúnez, un vecino que es plomero.

Como si esto fuera poco, en medio de tanto lío, hubo algunos comerciantes que vendieron los bidones a 65 pesos y otros que los comercializaron a 30 pesos. ‘Tenemos que caminar por todos lados porque igual tenemos que pagar la boleta de la luz y esto es un gran gasto extra‘, dijo María José Guerra, que tiene un almacén y que desde el sábado no tenía agua mineral para vender, ni para ella y su familia. Pero la falta de agua no fue lo único que los alarmó, hasta ayer había farmacias que no tenían antibióticos, antifebriles, antidiarreicos y otros medicamentos por la alta demanda.

En este contexto ayer el Comité de Crisis trabajó ayer sin parar. Es que, mientras algunos limpiaron los tanques de las escuelas, otros repartieron dispensers y bidones para cerca de 40 escuelas.

‘Sí o sí el miércoles arrancan las clases‘, dijo el ministro de Educación Felipe de los Ríos, y aseguró que desde OSSE se comprometieron a que no haya más problemas de estas características.

Despido y sumarios

El mismo domingo, el gobernador Sergio Uñac ordenó despedir a Oscar Silva, acusado de no haber controlado que la máquina que purifica el agua esté funcionando correctamente. Pues estos estudios deben realizarse cada dos horas.

Ayer, el presidente de OSSE dijo que además abrieron sumarios a otros 7 empleados. “Se tomarán declaraciones y se analizará por qué no estuvieron al tanto de la falla. Ahí se evaluará si se los sanciona”, dijo el funcionario.