Contención espiritual. Las familias de adictos que llegan a la Comunidad Fuego en busca de ayuda participan el primer viernes de cada mes en una celebración eucarística en la parroquia de Villa San Damián, Rawson.

Nació con el objetivo de brindar ayuda y tratamiento gratis a personas con adicción, pero tuvo que ampliar su oferta. Es la Comunidad Fuego, dependiente de la Pastoral de Adicciones, que ahora también asiste y contiene a familias de adictos que se niegan a iniciar una terapia para salir de este flagelo. Actualmente son 15 las familias que buscaron ayuda a este centro terapéutico que mañana inaugura oficialmente su sede con el nombre de San Alberto Hurtado, un santo chileno que contuvo a niños vulnerables.

La desesperación de no saber qué hacer para sacar a un ser querido de la droga fue lo que llevó a estas familias a buscar ayuda en la Comunidad Fuego. Fue luego de vivir situaciones extremas como encontrar al hijo adicto con la soga al cuello tras intentar suicidarse o al padre fuera de control luego de drogarse, con intenciones de agredir a todos. "Son familias en que hay hijos, hermanos o padres adictos que se niegan a empezar un tratamiento de recuperación. Sus familiares decidieron buscar ayuda para intentar sacarlos ellos mismos de la adicción o convencerlos de que se traten", dijo el padre Rodrigo Robles, de la Pastoral de Adicciones.

Agregó que estas familias no sólo reciben contención espiritual y asistencia psicológica, sino también algunas herramientas que pueden implementar para conseguir su objetivo. Explicó que lo primordial es que entiendan que el problema de las adicciones no sólo afecta a su víctima, sino a todo el entorno familiar que también necesita recuperarse. "Es importante que se mantenga el consenso y la coherencia entre todos los familiares. Deben mantenerse firme en la imposición de límites y respetar conductas saludables, por ejemplo eliminar el consumo de bebidas alcohólicas. Son medidas que ayudan a que el adicto se sienta acompañado y contenido. No es fácil, por eso les brindamos contención psicológica y espiritual", sostuvo Robles.

Para ello, además de la asistencia gratuita que brinda el equipo integrado por psicólogos y trabajadores sociales, se conformaron grupos de contención que funcionan en diferentes departamentos y durante los tres últimos viernes de cada mes. En tanto que el primer viernes del mes, en la Parroquia Santos Cosme y Damián, en Rawson, participan de la adoración eucarística, un encuentro donde se alaba a Jesús, se reza y se piden bendiciones.

La Comunidad Fuego funciona desde hace dos años en un inmueble que las hermanas vicentinas entregaron en comodato al Arzobispado cuando dejaron la provincia. Mañana será oficialmente inaugurado como sede de la Comunidad con el nombre de Casa San Alberto Hurtado.
 

Dónde acudir

Los grupos de contención funcionan los tres últimos viernes de cada mes, de 21 a 22.30, en la Parroquia Santos Cosme y Damián y en la Unión Vecinal Barrio Franklin Rawson, Rawson; en la Parroquia San Juan María Vianney, Santa Lucía; y en la Fundación Sólo Dios Basta, Caucete.

Funciones

La Comunidad Fuego contiene y brinda tratamiento ambulatorio gratis a personas con problemas de adicción. Pero, además, brinda charlas sobre la prevención de adicciones en escuelas y demás instituciones que lo soliciten. Para más información llamar al 2645206140 o 4272131.