Llaman la atención desde lejos. Sus vestidos azules y la elegancia con la que se mueven hacen que hasta los medios internacionales les dediquen algunas palabras. Ellas son las promotoras sanjuaninas de la Vuelta a San Juan Internacional. Las diosas del ciclismo se volvieron protagonistas en cada una de las etapas. Las chicas confesaron que arrancaron este trabajo sin tener idea del deporte y que gracias a todo lo que aprendieron van a terminar siendo expertas. De hecho, al consultarles qué es lo que más les gusta del ciclismo todas coincidieron en que las estrategias son admirables. "Llegué creyendo que el ciclismo se trataba de un deportista pedaleando contra otros y ahora me di cuenta cómo hacen para trabajar en equipo", dijo Guillermina Rubiño.

Las promotoras. Guillermina, Agustina, Sol y Erika son las promotoras que todos los días forman parte de la Vuelta a San Juan Internacional. Las chicas se mostraron felices y agradecidas porque este trabajo les permitió descubrir rincones de la provincia que no conocían.


Las promotoras pertenecen al staff de ByB Consultora. El equipo que trabaja para la Vuelta a San Juan está compuesto por 10 chicas, sin embargo 4 son las que forman parte del día a día de la carrera. Se peinan todas de la misma manera y hasta usan el mismo labial para que no haya contraste y saben que estar siempre sonriente es la clave para que su tarea sea exitosa. Soportan el sol y en ocasiones hasta las ganas de ir al baño, pero siempre se muestran intactas. "Es muy lindo lo que estamos viviendo. Es más, cuando estamos en la llegada hay veces que hasta nos dan ganas de gritar. Se nos ponen los pelos de punta y nos emocionamos al ver la pasión de la gente", dijo Sol Feijoo, otra de las promotoras.

Las chicas confesaron que ver cómo los compañeros ayudan al líder de cada equipo a la hora del embalaje o cómo se pasan las bicicletas cuando el favorito pincha una rueda son las estrategias que más las sorprendieron. "Ahora sé que en realidad todo está armado para 27 ciclistas, un líder de cada equipo", dijo Erika Góngora, mientras que Agustina De Giovannini contó que lo que más les costó fue darles el beso a los ciclistas ganadores. "Al principio ninguna quería por vergüenza. Pero entendimos que es una tradición del ciclismo en Italia y que por primer vez se hace en San Juan", agregó.