A Elio Olivera se lo puede ver +de aquí para allá+ por los pasillos y escaleras del municipio. Prácticamente no para ni un minuto para descansar durante sus jornadas laborales. Es que se siente orgulloso con su función de cadete. El es quien lleva expedientes de una oficina a otra o también pone sellos en los papeles que maneja la sección Compras de la municipalidad. “En mi casa y en mi escuela están todos muy contentos porque tengo la oportunidad de trabajar. Pero el más contento soy yo que ya llevo un mes en la oficina. Encima mis compañeros y mi jefe Denis me ayudan muchísimo´´, afirma este veinteañero que con su leve discapacidad a cuestas, no tiene problemas de horarios (trabaja de 8 a 12) ni inasistencias registradas en su planilla de servicios. Por eso es reconocido por sus pares pero también por quienes integran su ámbito laboral. Elio Olivera además hace un taller de electricidad en la escuela y otro, de cocina. Por lo que se ha comprometido a llevar algún día al municipio alguna de sus recetas para convidar a sus compañeros de trabajo.
