La previa, con emoción. Oscar Gómez se prepara para la llegada del TC el fin de semana. Expondrá en su restorán tesoros que cuentan la historia de su padre, don Felipe.

Aunque pasaron varias décadas, todavía puede revivir el día en que su madre lo llevó hasta el costado de la Ruta 40 para ver pasar los autos. Su padre, el único mecánico con título habilitante del departamento, acompañaba en una carrera a uno de los pilotos del momento, Julio Devoto, "Ampacama". Oscar Gómez vio pasar la guanaquera, que había arrancado su viaje en calle Benavídez para terminar donde hoy se encuentra el flamante autódromo El Villicum. Esa imagen es tan vívida que quiere que la historia no se pierda. Por eso está armando un museo en su restorán, lugar donde antaño funcionaba el taller de don Felipe, su padre.

"Quiero que este se transforme en un lugar místico para los amantes del automovilismo. Que en pocos minutos observen las paredes y puedan empaparse de la historia. Además, busco que mi padre siga en la memoria de sus descendientes", dijo Oscar, que en la previa de la llegada del TC a la provincia está entusiasmado ampliando fotografías y buscando un sitio para colocar los trofeos heredados. El restorán está en el ingreso a Albardón, al lado de la estación de servicio y a un par de kilómetros del autódromo.

El historiador Edmundo Delgado rescató la historia de Felipe Said Gómez. Escribió que el hombre era descendiente de árabes y que tuvo un famoso taller de reparación de autos. "Fue en octubre de 1961, cuando se organizó nuevamente la competencia automovilística en el país, llamada "V Gran Premio Internacional Standard", campeonato del Automóvil Club Argentino que comenzó a realizarse desde 1957. Este que hacemos alusión partía desde Buenos Aires, recorriendo las principales rutas del territorio nacional, pasando por numerosas provincias de nuestro país. En San Juan -una de las etapas- la competencia se colmó de público fierrero, asistiendo hasta el entonces gobernador sanjuanino, Américo García", escribió Delgado.

El equipo de la marca alemana Mercedes Benz despertó en aquellos años gran interés entre los sanjuaninos. Esto porque llegó con él Juan Manuel Fangio para desempeñarse como director técnico. El quíntuple campeón pidió para la escudería de Mercedes Benz un taller que estuviera ubicado a poca distancia de la largada (Benavídez y Ruta 40). Según el historiador, un auto integrante del equipo Mercedes Benz, piloteado por el alemán Eberhard Mahle, había sufrido un desperfecto en su tren delantero, cuando circulaba por la localidad mendocina de Palmira, era un Mercedes identificado con el número 515. Entonces Fangio buscó en San Juan un taller que se adecuara a la reglamentación. Fue ahí cuando entró a la historia don Felipe, una mañana del 30 de octubre de 1961. Oscar atesora una nota firmada por el famoso piloto donde le agradece los servicios y le deja además una tarjeta con su número telefónico para mantenerse en contacto. Este será uno de los recuerdos que formen parte del museo, además de las fotos que Fangio se sacó con Felipe y su esposa. El episodio selló una amistad entre el albardonero y el campeón mundial.

Según los entendidos, don Felipe era uno de los mecánicos mejor preparados para hacerse cargo de autos competitivos que tuvo la provincia. De hecho, preparó el auto del legendario Julio Devoto "Ampacama" el día en que se corrió la famosa competencia. Según contó su hijo, en esa oportunidad hizo de copiloto.

La historia de este mecánico no se acaba con su actividad en el taller. Además creó la Unión Volantes de Albardón, institución que lo reconoció en varias oportunidades. Felipe se casó con Nidia, tuvo tres hijos y falleció en 2015. Sin embargo es uno de los personajes más legendarios del departamento. Para que toda esta historia no se pierda, Oscar inaugurará mañana un museo en el restorán. Será además una buena excusa para dar la bienvenida a quienes lleguen a disfrutar del TC desde mañana y hasta el domingo.


 

Los tesoros

Oscar guarda, enmarcada en un cuadro, la tarjeta que Fangio le dejó a su padre donde especificaba su número telefónico. La nota también agradece por los servicios prestados como mecánico.

  

En la foto está Felipe Gómez y Julio Devoto Ampacama, posando al lado de la guanaquera en la que estaba la inscripción de Diario De Cuyo. Felipe fue copiloto de Ampacama en varias carreras.
En su paso por San Juan, Fangio trabó una amistad con don Felipe. En la foto aparece el campeón mundial junto a la esposa del mecánico albardonero. Otro de los tesoros del museo.
Felipe Gómez fue reconocido por sus habilidades para preparar autos de carrera. Según contó su hijo era el único albardonero habilitado técnicamente para realizar algunas tareas.