Surfeando la ola de la crisis, en un contexto nacional que se bambolea entre la agitada previa eleccionaria, una inflación mensual de dos dígitos y una devaluación que todavía hace saltar esquirlas, los industriales sanjuaninos están atravesados por la incertidumbre. Pero, al mismo tiempo, son mayormente optimistas. Ven en la minería una gran tabla de salvación, piden que algunas medidas del gobierno provincial se mantengan durante la próxima gestión, prefieren creer que cualquier cambio en la conducción política del país será para mejor, y hacen frente común para pedir movimientos que tiendan a que la economía argentina comience a ser tan estable como previsible.

Así se desprende de una profunda y extensa entrevista que DIARIO DE CUYO mantuvo con 15 empresarios sanjuaninos de distintos rubros, todos sumidos en el mismo contexto de dudas y todos igual de comprometidos con sacar adelante la actividad industrial de la provincia.

Aunque en esas charlas salieron a la luz matices y diferencias en la forma de leer la situación actual de la industria sanjuanina, en líneas generales la mayoría anhela lo mismo: que no desaparezcan los créditos blandos, que haya pautas de alivio fiscal, que se destrabe el acceso a las materias primas importadas y que exista un dólar más estable y definido.

En segundo plano, apuestan a que se active Josemaría o arranque alguno de los demás grandes proyectos metalíferos en carpeta, a sabiendas de lo mucho que se dinamiza la economía con la industria minera. 

También se desprende de la consulta con los industriales que dos tercios de ellos están convencidos de que la situación económica del país y de la provincia será "mejor" a partir del año que viene, ya con las nuevas gestiones de gobierno en pleno ejercicio del poder. En tanto que el 27% se manifiesta menos optimista y considera que las cosas seguirán "igual" en 2024. Y sólo el 7% avizora un futuro "peor" para su actividad ya con el inicio de la nueva conducción política, tanto de San Juan como de Argentina.

Otro indicador fuerte del ánimo con el que el sector espera el año que viene es que el 73% ya se está preparando para ampliar, mejorar o incrementar inversiones en su empresa. Dentro de ese grupo están desde los que planean tomar más personal, hasta los que ya agendaron incorporar tecnología, ampliar el volumen de producción o diversificar la cartera de negocios. El restante 27%, es decir la cuarta parte de los empresarios sanjuaninos entrevistados, prefiere retraer sus expectativas y esperar señales concretas, sobre todo del futuro Presidente y su equipo económico, antes de lanzarse a romper el chanchito.

LA LUPA EN SAN JUAN

Aire nuevo, expectativa renovada. Ese parece ser el mantra de buena parte de los industriales locales al reflexionar cómo serán las condiciones de la provincia para seguir realizando su actividad desde el año que viene, con el nuevo gobierno. "El 2024 será mejor porque veo un cambio en la provincia y eso me parece favorable. Y si hay un cambio a nivel nacional, van a destaparse las inversiones en San Juan", resume Miguel Ortuño, propietario de la firma de libricantes Mana SRL. Marcelo Vila, de JHM Ventas, también opina que las cosas irán mejor para San Juan: "Hay mucha inversión privada", analiza. Pero ata su optimismo al ajuste de algunas variables macroeconómicas clave: el valor del dólar y la liberación de las importaciones para destrabar el acceso a las materias primas.

En el mismo sentido se expresa Luis González, gerente de Operaciones de Modular Homes, quien sostiene que "el contexto debería ser mejor porque el mundo está reclamando lo que se puede producir en San Juan, que es fundamentalmente el cobre". Pero también él condiciona esa mejora a que se pueda, en todo el país, importar insumos y sacar las divisas en el caso de las exportadoras.

También se muestra optimista el sanjuanino Hugo Goransky, dueño de La Platense SA y miembro de la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA). Goransky, quien acarrea muchísima experiencia en la dirigencia empresaria en épocas mejores y peores, sostiene que "para el 2024 ya debería haber reglas claras, sobre todo para la minería, que es la industria que hoy está traccionando fundamentalmente la provincia de San Juan".

Hay empresarios que prefieren asomarse con más cautela al futuro inmediato. Como Gerardo Iturrieta, propietario de GyA Matelec, quien sostiene que "va a depender mucho de si el próximo gobierno apuesta a la producción, a la construcción. Esperemos por lo menos seguir con este ritmo sostenido que venimos trayendo". Su colega Walter Márquez, de la compañía Survey (realiza ingeniería en agrimensura para la minería), cree que la situación local "va a estar igual, porque los proyectos mineros que están funcionando creo que no van a dejar de funcionar, pero los que están iniciando, tengo mis dudas de que continúen".

Más oscuro es el panorama desde la óptica de Gonzalo Millón, de la empresa de riego Rivulis, quien trabaja con una cartera nacional de clientes y avizora un "futuro frenado" y un 2024 "un poquito peor que este año", por "la devaluación y los ajustes que se vienen, ya que para salir de esta crisis es necesaria una recesión". Gustavo Royon, de la metalúrgica Royon Hnos. SRL, también sostiene que las cosas no marcharán bien para San Juan "si no cambian las reglas del juego con el dólar para las industrias que se dedican a exportar y que generan divisas para la provincia".

En ese sentido, casi todos los empresarios consultados coinciden en que la minería puede ofrecer la plataforma de despegue para la industria local. Y a nivel de política económica, le piden a la gestión de Marcelo Orrego que les dé continuidad a los créditos a tasa subsidiada de la gestión de Sergio Uñac, así como que mantenga la interacción Estado-privados que nutre hoy al sector. Pero también piden modificaciones. "Hay que reformular los aportes patronales, tener una matriz energética adecuada y mejorar la logística, con rutas aceptables, y la facilidad para conseguir insumos", enumera Dino Minozzi, titular de la Federación Económica de San Juan.

DEPENDE DE LA NACIÓN

Más allá del análisis local, hay algo en lo que todos los industriales sanjuaninos están de acuerdo: San Juan va a mejorar si mejoran las condiciones nacionales. Si no, será todo muy cuesta arriba. Los problemas más recurrentes que identifican (falta de dólares, trabas para importar insumos y materiales, una inflación que les complica mucho la logística del día a día) integran la agenda del gobierno nacional, tanto el actual como el próximo, sea quien sea el ganador de las elecciones de octubre (o del balotaje en noviembre).

Gustavo Ahumada, presidente de GMI Inversiones, entiende que "gane quien gane las elecciones a Presidente, vamos a tener que tener un gobierno nacional muy creíble para poder estabilizar la economía. Tenemos mucho potencial en el agro, la minería, el gas, pero el problema es que hoy como país somos poco creíbles y no trazamos un horizonte a largo plazo".

Más radical aun (y puntual) en su reclamo es Bryan Fernández, de la recuperadora Eco Metal: "Me encantaría que saquen los sindicatos porque son la peor mugre que tiene el país", sentencia. "Así como le dan beneficios a los empleados, también deben darle al empleador. Que tenga beneficios por tener 50 personas trabajando en blanco; por ejemplo, un alivio fiscal".

Si embargo, es tal vez el transportista Omar Becher, propietario de Becher Logística, quien mejor traduce la sensación mayoritaria frente al futuro gobierno argentino, lo encarne quien lo encarne: amén de esperar "créditos y más apoyo a la industria en general", cree que 2024 será "mejor" que 2023 en el país "porque hay mucho entusiasmo para el año próximo y la Nación sabe que debe invertir y apoyar a las provincias para reactivar e impulsar este motor tan importante que es la actividad industrial".

La minería es la luz al final del túnel

Marian Milicic, gerenta general de Milicic SA, la constructora que abrió en San Juan su división minera y está a punto de agregar una nueva sede, basa todo su optimismo para 2024 en adelante en la industria de la minería. "Si bien algunos proyectos vinculados al oro se fueron desacelerando, aún tienen la mayor incidencia en las exportaciones mineras sanjuaninas. Por otro lado, se espera un avance de los proyectos vinculados al sector del cobre impulsados por la demanda de minerales y metales críticos por la transición energética", analiza la ejecutiva. En sintonía con ella se expresa Adriana Martignoni, segunda vocal titular de la Unión Industrial de San Juan y a cargo de Bio Asist SA, una compañía de esterilización e insumos médicos que le provee a la minería: "La provincia corre con una ventaja muy importante, que es la cantidad de proyectos mineros que hay, y realmente todos tenemos centrada nuestra esperanza en la actividad minera", sostiene.

Como ejemplo de esa realidad que describen las empresarias, el proyecto aurífero Josemaría, ubicado en Iglesia, está en plena de preconstrucción y ya expuso tanto las mejoras para la obra del muro de contención del valle de lixiviación, como los detalles de cómo será el camino de acceso a la futura mina. Por otro lado, en la mina jachallera Gualcamayo, que tiene nuevos dueños, apuntan a estirar la vida útil del emprendimiento apostando a los carbonatos profundos, otra forma de mineralización del oro que abrirá una nueva exploración. Todo esto, sumado a nuevas exploraciones (como TMT) y avances de Impacto Ambiental en varios proyectos (como Los Azules) en la cordillera sanjuanina, le da a la actividad minera un dinamismo que abre muchas expectativas para el funcionamiento de la economía.

"Es innegable el aporte de la minería sanjuanina al desarrollo económico de la Argentina. El 98,3% de las exportaciones realizadas en los primeros 7 meses de 2023 corresponden a 5 provincias: San Juan se ubica en segundo lugar después de Santa Cruz, y esas exportaciones mineras representan el 79% de las exportaciones totales en San Juan", describe Milicic.

La apuesta a la minería como eje económico moviliza a casi toda la industria sanjuanina. "Creo que la industria relacionada a la minería va a ser mejor porque hay nuevos proyectos y bastante expectativa", resume Marcelo Martínez, de Fran Mar. En tanto que Martignoni traduce lo que la mayoría de los empresarios expresa ante la incertidumbre a nivel nacional: "Seguimos en la lucha de querer progresar, invertir, equiparnos, crear trabajo. Es mucho más sacrificado e incierto apostar a la producción que, por ejemplo, vivir de las finanzas. Pero los industriales seguimos apostando porque nos gusta el trabajo, los desafíos, generar fuentes laborales, y creemos que así se engrandece un país".