El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aseguró hoy que no permanecería “un segundo más” en el Gobierno, si se entera que se “apaña un hecho de corrupción”. A la vez, advirtió que en este país “hay que ser más papistas que el Papa” para demostrar que “no somos más de lo mismo”.

El funcionario dijo que el presidente Mauricio Macri plantea que “si hay algún atisbo de duda, alguna mínima preocupación, de que no se están haciendo las cosas bien, desde el punto de vista de la ética, de lo que sociedad demanda en cuanto a funcionarios probos y honestos, hay que parar la pelota, y para eso está la Oficina Anticorrupción y la Justicia”.  

“En estos temas la sociedad está muy sensibilizada y hay que ser más papistas que el Papa”, estableció Frigerio, quien apuntó: “No somos todos iguales. No voy a permitir que nos quieran igualar con los corruptos. Yo me entero que este gobierno apaña un hecho de corrupción, y no estoy un segundo más”.  

En una entrevista con el diario El Tribuno, de Salta, aseguró que “todos los funcionarios del presidente Macri están a disposición de la Justicia” ya que “no podemos hacer más de lo mismo del gobierno anterior”, en tanto que aclaró: “Si hay alguna duda respecto a la asignación de alguna obra, la Justicia la tiene que aclarar”.

El ministro advirtió que “el Presidente no es un ser iluminado, es el director de orquesta de un equipo” y, de cara a las elecciones, aseguró que “Cambiemos es el espacio mejor valorado en el país, y mantiene una concepción multipartidaria, (por lo que) tenemos que ser más generosos que antes en el manejo del poder, dejar la puerta abierta a todos aquellos que quieran sumarse” de cara a los comicios legislativos. 

Luego, en referencia a la movilización de la CGT del martes pasado, señaló que “fue un acto que trascendió al sindicalismo; yo vi muchas caras de funcionarios precisamente responsables de haber llevado a la Argentina a esta situación, y todos ellos estaban reclamando cambios a un gobierno que acaba de asumir, hace poco más de un año”. 

Frigerio sostuvo que “en esta Argentina que se pone de pie, empiezan los paros y las marchas” por lo que “no podemos dejar de pensar que está teñido de un año electoral, que se anticipó demasiado, pero no es el momento de la mezquindad ni de la partidocracia”.