Primero ingresaron las reinas luciendo vestidos de distintos colores. Detrás de ellas, la Virgen de la Carrodilla portada por cuatro gauchos. Los fuegos de artificios sólo estuvieron al ras de suelo, como formando un pasillo. Pero lo que más impactó fue una carreta repleta de racimos de uvas y melones. Así fue que este año la apertura apostó nuevamente a un toque netamente local donde se homenajeó a la vida y a los frutos de la tierra.
La apertura comenzó a las 21. Este año, el escenario fue montado con el frente hacia el Sur. Así fue que la gente tuvo más espacio para ubicarse en los dos carriles de la avenida Libertador. Antes del ingreso de las reinas, que ya empiezan la cuenta regresiva para la elección que se realizará el próximo sábado, el grupo Combinado Argentino de Danza, mostró sus destrezas artísticas en un costado del escenario. Tras el aplauso llegó el turno del ingreso de las candidatas que este año tuvieron más protagonismo que nunca. La bendición del la ceremonia de apertura estuvo a cargo de monseñor Jorge Lozano, que, al igual que el gobernador Sergio Uñac hizo alusión a la importancia de destacar el amor de madre y lo que las mujeres son capaces de hacer por sus hijos. Por otro lado Claudia Grynzpan destacó que esta edición es más inclusiva que nunca ya que se dio lugar a gente que se acercó para contar sus historias de fe relacionadas a la Difunta Correa. Y que fue una apuesta a la cultura.
Así fue que, tras una imponente lluvia de papelitos rosados, la feria quedó abierta y una nueva edición de la Fiesta Nacional del Sol, que este año lleva el lema de Difunta Correa.
La feria quedó habilitada luego de que se realizara el tradicional corte de cinta del que participaron autoridades locales y una delegación de Coquimbo.