Multitud. Unos 2.500 chicos participaron ayer de una nueva edición de la Peregrinación de Niños a Fátima. Partieron desde la Catedral para caminar hasta la Parroquia de Fátima, en Rawson.

La cita era las 14 y todos llegaron puntualmente. Desde ese momento dieron rienda suelta a su fe en la Virgen y a la alegría de poder compartir una jornada en su honor. Fueron los 2.500 chicos que ayer participaron en la 37ma edición de la Peregrinación de Niños a Fátima. Cantaron, bailaron y rezaron desde que partieron desde las puertas de la Catedral hasta que llegaron a la Parroquia de Fátima en Rawson, desafiando las bajas temperaturas.

El frío de la mañana puso en duda que se realizara esta actividad religiosa, pero el entusiasmo de los chicos no dio lugar a la suspensión. Estuvieron dispuestos a participar aún bajo la amenaza de lluvia que se pronosticó. Y su predisposición fue premiada. El Sol los acompañó durante todo el trayecto.

Ni bien se concentraron frente a la Catedral comenzaron a derrochar alegría, y con sólo su presencia. Es que la mayoría de los chicos lucieron gorras y vinchas multicolores, portaron carteles gigantes y hasta caracterizaron a la Virgen María para participar de la peregrinación. A esto se sumaron los instrumentos musicales que algunos llevaron para hacer "lío" durante todo el trayecto.

Antes de dar inicio a la caminata, los chicos bailaron y saltaron al ritmo de las canciones religiosas que interpretaron los jóvenes de la Acción Católica para entrar en calor. Hasta los adultos que también estuvieron presentes se dejaron contagiar por el entusiasmo de los chicos y los acompañaron en las coreografías que improvisaron para acompañar los cánticos. Los que también se plegaron fueron varios perros callejeros que comenzaron a correr y a ladrar ante el bullicio de los chicos, aportando un plus de alegría a la siesta.

El único momento que los niños permanecieron quietos y en silencio fue cuando el padre José Cardozo les dio la bendición para que emprendieran la caminata. Luego de eso volvió la algarabía de los chicos.

El contingente avanzó lentamente detrás de la imagen de Nuestra Señora de Fátima que encabezó la peregrinación sobre una camioneta adornada con flores multicolores y varias banderas argentinas.

Bullicio. Megáfonos, silbatos y vuvuzelas fueron algunos de los elementos que utilizaron los chicos para hacer lío.
Multicolor. Los chicos de la Parroquia de Santa Lucía, llevaron vinchas y porras multicolores para identificarse.
Con ritmo. Los chicos de la Parroquia Juan María Vianney, de Santa Lucía, tocaron un redoblante y un güiro durante toda la peregrinación.

Algunos detalles

Un santo presente

Este año, también participó de la Peregrinación de Niños a Fátima, una imagen del Cura Brochero, que peregrinó junto a la Virgen.

Otro recorrido

Este año la peregrinación no se hizo por calle Mendoza como en otras ocasiones, ya que la Dirección de Tránsito no lo autorizó.

Una sorpresa

En la peregrinación también participó un hombre vestido de Piñón Fijo, quien además repartió caramelos entre los niños presentes.

Apoyo incondicional

Muchas abuelas participaron de la peregrinación para acompañar a sus nietos en esta jornada especial. Lo hicieron a pedido de ellos.