Satisfacciones. Por su afición a los dibujos y su pasión por los caballos, José Iranzo publicó un atlas de las regiones anatómicas de los caballos. Eso le valió tener nuevos contacto y pedidos, como haber hecho por encargo otro igual sobre camellos.

José Iranzo no tiene una explicación para contar la razón de su amor a los caballos y de las experiencias que va recogiendo. El veterinario -docente en una cátedra del último año de esa carrera en la universidad mendocina Maza- está viviendo un pasaje profesional muy particular, ya que concluyó un encargo desde Qatar: confeccionar un atlas sobre las regiones anatómicas de los camellos. Y a los dibujos los continúa haciendo simplemente a mano alzada.


“Cuando era niño disfrutaba dibujar caballos. En mi familia no había alguien que me transmitiera ese ambiente, pero fui al Hípico y la conexión fue inmediata”, afirmó Iranzo, quien agregó que a los 12 años decidió que su profesión sería la de veterinario y que aún hoy es un criador aficionado en San Juan.


Ya en la época de estudiante apelaba a su afición a los dibujos para preparar las carpetas y continuó apelando a esa herramienta continuamente, una combinación que le traería varias sorpresas, muy agradables.


“Fui graficando las regiones anatómicas, siempre a mano alzada, para enseñar cómo realizar las ecografías. Me incentivaron a publicar un libro, un atlas, y realmente anduvo muy bien. Hay ejemplares en toda Sudamérica e incluso en España”, repasó el veterinario.
Así, por recomendación de un argentino que estaba al tanto del atlas, Iranzo fue contactado por un stud de camellos de carrera, ubicado en Doha, la capital de Qatar, el rico país árabe por sus exportaciones en gas. El motivo, que capacite al cuidador principal sobre el uso de un ecógrafo móvil, que acababan de adquirir.


Iranzo viajó en diciembre pasado, pero además de la barrera idiomática, se encontró que Mahmud, su alumno, no era veterinario. “Además de la técnica del aparato, tenía que transmitir conocimientos sobre anatomía, fisiología y clínica”, afirmó José, quien apeló a su atlas para poder capacitar a Mahmud, quien le pareció tan buena idea, que consiguió el OK del dueño del stud para que tradujeran al árabe el atlas. Pero no terminó ahí. Le propusieron que haga un atlas de camellos.


Así, viajó por segunda vez a Qatar, acompañado por el colombiano Jairo Jaramillo Cárdenas, para realizar el trabajo. “El emir de Qatar es aficionado a los camellos de carrera y parece que quieren entregarle un ejemplar”, redondeó el veterinario.