Peligro. Una de las tapas de las bocas de cloacas rotas en calle Martín Güemes está al descubierto y es un obstáculo peligroso para quienes circulan en moto.


El mal olor ya es lo que menos les preocupa a los vecinos que viven sobre calle Martín Güemes, al oeste de Gorriti, en el límite entre Rawson y Santa Lucía. Ahora la angustia pasa por saber que en cualquier momento pueden ser testigos de un accidente fatal. El fundamento: hay dos tapas de cloacas, a menos de 10 metros de distancia entre ellas, que son una trampa mortal en potencia. Están rotas, salidas y semiabiertas y, según dijeron las personas que viven en ese sector, ya causaron varios accidentes.

"Ahora que está más fresco no se siente tanto el olor que sale de estas bocas. Pero como el suelo se está hundiendo, ahora las tapas quedaron al descubierto y son un verdadero peligro. Hemos realizado varios reclamos y no pasa nada. Parece que están esperando que ocurra una fatalidad para recién tomar cartas en el asunto", dijo Ricardo Marín.

El hombre contó que hace unos cuatro años existe este problema, pero que pese a los reiterados reclamos no han conseguido una solución. Agregó que ahora el peligro se intensificó porque al mal olor que emana de ambas bocas, se suma el obstáculo en que se han convertido las tapas. "Están tan salidas que muchas personas que circulaban en moto se las llevaron por delante y tuvieron un accidente. Por suerte la calle es de tierra lo que amortiguó las caídas. Pero algún día va a ocurrir una desgracia", dijo Marín.

Advertencia. Otra tapa de boca de cloaca sobre la calle Güemes está al descubierto y abierta y los vecinos usaron ramas para señalizar el peligro que representa.

Luis Moreno, otro de los vecinos, dijo que a sus nietos les prohibió jugar en la calle desde que estas bocas de cloaca quedaron semiabiertas. Dijo que tiene miedo que estas estructuras se hundan. "Cada vez se hunde más la tierra alrededor de estas bocas y parece que en cualquier momento se pueden derrumbar por completo. Y yo calculo que la zanja por donde pasa la red tienen unos 5 metros de profundidad. Un niño que caiga ahí se mata", sostuvo el vecino.

El hombre dijo que si bien este problema es de vieja data, se agravó desde el año pasado cuando en esa zona se instaló un supermercado mayorista y creció el tránsito vehicular. "Pasan muchos camiones con mercadería para descargar en este mayorista y ese tránsito pesado deterioró más estas boca. A la que quedó más abierta le pusimos unas ramas para que la gente advirtiera el peligro", dijo Moreno.

Ante este reclamo vecinal, OSSE envió personal técnico para evaluar la situación y sus causas, y comenzar a trabajar para brindar una solución, aseguraron.