En la Unión Industrial de San Juan trabajan en un plan para que aquellas empresas que han visto resentidas sus tareas, porque por ejemplo debió reducir la producción por falta de ventas, les cedan temporalmente sus empleados a otras industrias que, durante la pandemia, han visto incrementada su actividad. Se trata de una especie de bolsa de trabajo en la que el empleado mantiene su status laboral y percibe su salario que paga el nuevo empleador transitoriamente, pero sin perder su puesto. Según un sondeo entre los asociados de la entidad, hay unos 1.000 trabajadores ociosos que podrían beneficiarse con la propuesta.

El programa se llama Empresas ayudando empresas y cayó bien en el Gobierno sanjuanino. El subsecretario de Trabajo, Jorge Oribe, dijo que "es una propuesta innovadora que hay que ver cómo la llevamos a la práctica". También el delegado regional de la CGT, Eduardo Cabello, sostuvo que "todo lo que sirva para conservar las fuentes de trabajo está bien" y sugirió que cualquier acuerdo entre empresas deberá tener el aval del sindicato del sector.

Los que llevan adelante la iniciativa son los miembros de la Comisión Bolsa de Trabajo de la UISJ, integrada por Gabriela Carranza, Bruno Lanciani, Adrián Trettel, Mariana Azcona y Ricardo Palacios.

El programa consiste en que hay empresas que, por motivo de la pandemia, tienen trabajadores que no están cumpliendo tareas porque cayó la producción, por ejemplo una autopartista, una textil o una fábrica de calzados. Pero hay otros rubros a los que transitoriamente se les ha incrementado la demanda, como un fabricante de productos de limpieza, de insumos para la salud o fabricación de papel. Y como contratar un empleado les resulta muy oneroso, necesitan un empleado en forma transitoria. Ahí está el convenio que propone la UISJ para que haya una cesión temporal del trabajador, que mantendrá su puesto, y al que el nuevo empleador le pagará el sueldo. En el caso de los aportes y contribuciones y de la ART les seguirá abonando la compañía que cede al empleado.

La Unión Industrial tendrá un Comité de Seguimiento del programa, al que la empresa que necesita trabajadores deberá comunicarle una identificación del puesto a cubrir, lugar de prestación del trabajo, tareas a realizar, jornada de trabajo y cualquier otro detalle que permita agilizar el trámite.

Una vez acordado el traspaso, la empresa que presta al empleado deberá comunicar a la ART el cambio de tareas y la modificación temporaria de domicilio. Todo el trámite estará bajo la supervisión del Comité de Seguimiento del programa que la UISJ creará para este fin.

Oribe aclaró que, para poner en marcha el sistema, no hace falta una ley sino que se podría llevar adelante con una resolución del organismo. Claro que hará falta el acuerdo de ambas empresas y deberá estar el visto bueno del sindicato que regule la actividad.

Un relevamiento reciente de la Unión Industrial Argentina sobre el impacto de la pandemia en la actividad productiva indicó que en el país el 72% de las empresas consultadas registró una caída en sus ventas mayor al 60%, de las cuales dos tercios se desempeñan en el sector de actividades no exceptuadas.

Si bien era esperable que las actividades no exceptuadas del cierre de actividades fueran las más afectadas, resulta muy llamativo que 35% de las empresas que sí pudieron seguir funcionando por desempeñarse en sectores considerados "esenciales" tuvieron también caídas de ventas de más de 60%.

Además, entre las más afectadas (caída superior al 60% en sus ventas) tuvieron un 75% de cheques rechazados en abril y aquellas menos afectadas, tuvieron un 40% de cheques rechazados.

En San Juan, como en el resto del país, hay actividades más afectadas por la caída de ventas, como los rubros textil, la fabricación de calzado y de autopartes.

  • Un antecedente

En pocos días, 15 operarios de la planta de General Motors en Rosario y que están suspendidos pero cobrando el 70% de su salario, podrán trabajar en la fábrica de Unilever, también en Rosario, percibiendo el mismo salario que un operario empleado de la empresa en la misma posición.

Según consigna el diario La Nación, la propuesta es difundida por GM y la gente puede anotarse voluntariamente para participar del programa. Se hace un proceso de selección e ingresan con el mismo salario que cobra un operario de Unilever en el mismo rol. También GM le paga lo mismo: el 70% del sueldo.

Desde ambas empresas aclaran que, como los dos procesos productivos son diferentes, la gente va a aprender nuevas habilidades que también contribuyen a la empleabilidad.

Un dato es que el acuerdo cuenta con el consentimiento del gremio SMATA.

 
>> Dos opiniones

RICARDO PALACIOS - Vicepte. UISJ

"Si la propuesta avanza, en junio podríamos estar cerrando los primeros acuerdos entre empresas locales. Además, si el plan funciona, incluso se podría ampliar a otros servicios, como por ejemplo los bares y restaurantes".

JORGE ORIBE - Subsecretario de Trabajo

"Toda aquella iniciativa que vaya en dirección de mantener las fuentes de trabajo en particular las aplaudo y las apoyo. Hay que ver la factibilidad legal del programa que se quiere implementar y la forma de llevarlo a la práctica".