"Para el equilibrio deberán organizarse horarios y espacios, determinar cuál será el momento para el descanso, predisponerse al trabajo como si se fuera a trabajar en presencial, esto significa no trabajar desde la cama, ni estar en pantuflas y pijama permanentemente", explicó la psicóloga Silvia Pugliese, toda una definición respecto del home office o teletrabajo, la modalidad que se instaló entre la vida de muchos en plena pandemia.

La mirada de la experta apunta a un concepto claro: gestionar el tiempo frente a las pantallas como una condición excluyente para que las obligaciones laborales no demanden más tiempo del esperable. Es que si bien el teletrabajo resultó una salida de emergencia como modalidad laboral ante las nuevas condiciones que impuso la pandemia, el trabajo en casa actúa en muchos casos en desmedro de la salud y de los vínculos personales. Ansiedad, cansancio, irritabilidad, estrés y conflictos intrafamiliares están entre las aristas negativas cuando no se pone límites. "Es una modalidad que desdibujó la frontera entre la vida laboral y la personal, sumado a la incertidumbre que genera una situación extraordinaria como esta", dijo la psicóloga, quien agregó que si ya desde hace un tiempo se advierte una híper conectividad a los dispositivos electrónicos, con el teletrabajo la tendencia se profundiza generando verdaderos "workaholics" o adictos al trabajo.

Por contrapartida, hay efectos positivos que se desprenden de la modalidad y tienen que ver con la reducción de los tiempos y costos de traslado de asistencia al lugar de trabajo, además de la comodidad de no tener que pensar en vestimenta o uniformes específicos en algunos casos. Es así que algunos expertos consideran que una vez que se regularicen las actividades, muchas empresas apostarán a un esquema mixto entre sus empleados, es decir, una dinámica de trabajo con algunos días de oficina y otros en el hogar pero desde la virtualidad. "Permite lo que se conoce como trabajo por objetivos, es decir, la productividad se mide por los logros que se concretan, y si un empleado trabajando desde su casa lo puede lograr, no importa ya el espacio físico", explicó Fabricio Gaitano, gerente comercial para San Juan y Mendoza de Cona, Recursos Humanos. Según Gaitano, esto significa un proceso de adaptación tecnológica respecto del cual Argentina aún resulta lejana. "El home office en nuestro país surgió ante la emergencia, pero tenemos limitaciones de conectividad que lo complejizan, aún cuando la pandemia impulsó el proceso de digitalización que las empresas retrasaban", precisó.

De acuerdo a Gaitano, las actividades más permeables al home office son aquellas vinculadas a servicios, información, finanzas, banca, educación, informática, comercio online y tareas administrativas en general.

En San Juan y en la medida de que cada vez más rubros normalizan sus actividades y vuelven al ruedo bajo protocolos sanitarios, el fenómeno que se advierte es la convivencia entre quienes realizan el trabajo presencial y quienes lo hacen virtual, por lo que de momento resulta común que en una misma empresa los equipos de trabajo estén conformados por gente que trabaja entre estas dos modalidades. Es el caso de quienes trabajan desde su casa porque integran el grupo de riesgo por enfermedades preexistentes, o quienes tienen menores o adultos mayores a su cargo.

"Hoy resulta común que uno de los miembros de la familia trabaje de esta manera, por lo que hay que armarse una rutina para que cuestiones domésticas y el espacio laboral no se invadan mutuamente", recalcó Pugliese.

  • Miguel Ángel Molina / Empleado bancario

Miguel Ángel Molina es hipertenso crónico y tiene licencia Covid. Como empleado bancario y desde el inicio formal del aislamiento social y obligatorio, Miguel hizo del home office su modalidad de trabajo. Es oficial de negocios de banca de personas, es decir, se dedica a la atención de clientes en cuanto a información bancaria vinculada a tarjetas de crédito, cuentas corrientes, plazos fijos, entre otros. "Instalé un programa especial del banco en mi computadora e hice de una esquina de mi living, mi oficina, de alguna forma es como si estuviera en la sucursal porque trabajo desde las 7,30 hasta las 19 horas", contó Miguel. Desde su perspectiva, si bien ahora trabaja más porque su jornada laboral que era hasta las 17 se extendió dos horas más, pudo recuperar algunas prácticas familiares antes reservadas sólo para los fines de semana, como desayunar con su esposa e hija, y permitirse cada tanto salir a caminar. "Las caminatas me permiten despejar un poco y luego retomar. Esta modalidad también significó organizarme, yo uso la computadora de escritorio y mi hija la notebook para la facultad", cerró Molina.

  • Celina Castillo / Docente

Durante la mañana y hasta las 14 horas, Celina Castillo trabaja en un almacén de barrio; durante la tarde, como Profesora de Educación Tecnológica, se dedica a las guías educativas y la atención de consultas de sus alumnos de 6to año de la secundaria Eugenia Belin Sarmiento, de Rawson. "Nunca dejé de trabajar porque el almacén fue considerado servicio esencial, lo que cambió fue lo de la escuela donde ahora me manejo con grupos de Whatsapp entre los alumnos y los padres, además de armar los materiales que les envío", contó. Adaptó un espacio en su habitación para su computadora y trabajos de la escuela, además de establecer horarios. "Fue difícil al principio, durante las tres primeras semanas de cuarentena estaba permanente enchufada con lo de la escuela y llegué a responder consultas a las 12 de la noche", comentó. Actualmente espera la vuelta presencial a clases porque para ella nada reemplaza al trabajo en el aula. "A los chicos cada vez les cuesta más completar los trabajos, ojalá pronto podamos volver, porque no es lo mismo", comentó Celina.

  • José Ovalles / Abogado

"Durante las primeras semanas de cuarentena no nos quedaba otra cosa que hacer home office a pleno, ahora ya nos hemos trasladado a la oficina y desde allí hacemos trabajo remoto", contó José Ovalles, abogado laboralista y director del Instituto de Derecho Laboral del Foro de Abogados. El caso de José es el de muchos sanjuaninos que apostaron por el trabajo remoto hasta tanto se establezca entre la gente lo que ahora se conoce como "nueva normalidad" y se sigan regularizando actividades. "En nuestro estudio lo aplicamos así por un tema de comodidad y como parte del proceso de adaptación que vivimos", dijo Ovalles. Desde mediados de mayo la Justicia provincial habilitó la Mesa de Entradas Virtual y hacia fines de junio, la Corte de Justicia local estableció protocolos para tomar audiencias por medios digitales. "En este momento sólo vamos a Tribunales por cuestiones de suma necesidad, con turno previo, ahora todo se hace mediante una plataforma digital y con firma electrónica que es un código de barras que hace plena fe del usuario que envió ese escrito", explicó.

En el país, el 85% se siente preparado

El 85% de los trabajadores argentinos se siente preparado para enfrentar el nuevo formato de trabajo digital provocado por la pandemia de coronavirus, de acuerdo con un estudio privado denominado Randstad Workmonitor, que releva las expectativas, estados de ánimo y comportamiento de los trabajadores. Según ese mismo relevamiento, el 84% de los trabajadores encuestados en la Argentina considera que es responsabilidad de su empleador brindarle la capacitación necesaria para adquirir las habilidades digitales. Asimismo, el 60% afirmó que su empleador le proporcionó el equipamiento tecnológico necesario para poder desempeñar sus tareas desde el hogar.