El broche de oro de la primera jornada lo puso Luciano Pereyra, en el escenario mayor del Parque de Mayo. Después de la actuación de Soledad, como estaba previsto, cerca de las dos de la madrugada de ayer, apareció el niño mimado de Luján en el momento de mayor asistencia de público. Según el cálculo ofrecido por autoridades oficiales, hubo una convocatoria de unas 57 mil personas en todo el predio cerrado del Parque.


Pereyra le dio a las más jóvenes una velada notoriamente romántica con aquellas canciones icónicas que más lo perfilan como galán arriba del escenario. Pantalón gris de vestir ajustado, remera blanca, campera modesta y el coqueteo constante con el tono meloso, lo mantiene inmutable al pasar los años. En la propuesta musical, el solista está volcado más a los ritmos latinos fusionados, por ejemplo abrió el concierto con "Fuego fuego", donde aparecen sonidos de vientos, charangos y guitarras acústicas. "Vuelve", el tema de difusión de su reciente producción discográfica "La vida al viento" lanzada en el 2017, dio ese tinte romántico que provocó el grito de fervor de las adolescentes, aunque también se notó la respuesta efusiva de mujeres adultas.

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También hubo guiños a baladas clásicas como "Sin testigos", "Enséñame a vivir sin ti", y otras folklóricas como "Eres mi vida", con la compañía del acordeonista, el maestro Gerardo Gros y la inolvidable chacarera "Chaupi chaupi". Incluso, agregó un escondido que animó mucho a bailar y Luciano apuró a la multitud: "¡Vamos San Juan!". En otro pasaje, retomó la sintonía fina de las canciones de amor con "Dos mundos" y en un momento, paró la música, pidió apagar las luces del predio y alentó a los espectadores a que muestren sus celulares: "Que se vean los celulares de San Juan en esta noche tan linda", una postal memorable, porque las linternas de miles de dispositivos encendidas en el campo y en las tribunas le dio un toque de intimidad al clima generado por el cantante. Posteriormente, Luciano volvió a improvisar y junto a Gerardo Gros, se pusieron a jugar, imaginando una nueva letra para una canción: "Que linda noche para quedarme con una sanjuanina y tomados de la mano en el Valle de la Luna, perdería mi soltería", dijo Pereyra y el público femenino lo ovacionó con complicidad. Sobre el final y al pedido de la gente, regresó al escenario con "No te puedo olvidar" y "Es mi culpa", los dos últimos hits para dar por terminado el encuentro.