A la espera. Entre los escombros del asentamiento David Chávez quedaron tres caniches que van juntos a todas partes y que cada vez que pasa alguien por el lugar salen a su encuentro como esperando que sea su dueño. 


El asentamiento David Chávez ahora muestra otra imagen: montañas de escombros y entre ellas a perros de diferentes razas y tamaños deambulando sin rumbo. Son las más de 30 mascotas que quedaron abandonadas luego de la erradicación de este vecindario el martes pasado. Pero pronto volverán con sus dueños, ya que una asociación protectora de animales se encargará de llevárselas y entregárselas en su nueva casa.

Previendo que los vecinos de este asentamiento aprovecharan la mudanza para deshacerse de sus mascotas, como ocurrió en erradicaciones anteriores, voluntarios de diferentes asociaciones protectoras de animales realizaron un megaoperativo para evitarlo. En primer lugar, visitaron el vecindario un par de días antes de que se realizara la erradicación para censar a los animales, determinado que había 925, entre perros y gatos. El censo también incluyó hacerle foto a cada animal y detallar los datos de la familia a la que pertenecía. En un segundo censo, realizado el día anterior a la mudanza, los voluntarios también incorporaron en las planillas el número de casa que le correspondía a cada familia en el nuevo barrio, dato fundamental para concretar la última etapa del operativo: restituir las mascotas a sus dueños. "El día de la erradicación trabajamos hasta pasadas de las 17 tratando de controlar que las familias se llevaran sus mascotas, pero no fue suficiente. Quedaron 32 abandonadas, 21 perros y 11 gatos, ya sea porque se escaparon ante tanto movimiento de gente o porque sus dueños las dejaron deliberadamente. Pero nos vamos a encargar de restituirlas con ellos para que se hagan cargo como se debe", dijo Gabriela Godoy, una de las voluntarias que integran una protectora.

Temor. Vecinos de los barrios cercanos dicen que tienen miedo de que los perros abandonados ataquen a la gente. 
Gran tamaño. La mayoría de los perros que quedaron abandonados son de raza grande.

La joven agregó que desde la erradicación, los voluntarios van todos los días hasta el lugar donde estaba el asentamiento para darles agua y comida a estas mascotas, y para que de a poco los conozcan y permitan que se les acerquen. Es que mañana llevarán a cabo el traslado y entrega de cada una casa por casa. Esta tarea la realizarán con la colaboración de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable quien pondrá a su disposición las movilidades para el traslado de los animales.

> El rebusque entre los ranchos derrumbados

 

Luego de que las topadoras se encargaran de derribar los 458 ranchos del asentamiento David Chávez tras la erradicación, el lugar se convirtió en un escenario de oportunidades para los cirujas y para quienes tuvieron la esperanza de encontrar entre los escombros algo útil que llevarse. Y tuvieron suerte.

En una vieja camioneta, un hombre cargó los más de 20 adobes que encontró enteros y en perfecto estado. Al igual que el resto de los buscadores no quiso identificarse. Sólo dijo que usaría estos elementos para hacer parte de una medianera.

A metros de este señor había dos jóvenes que, tenaza en mano, recolectaron alambre y algunas de las columnas de hierro que sobrevivieron a la topadora. Todo lo cargaron en el carro que ataron a una moto para poder trasladar el hallazgo. Tuvieron que hacer malabares para poder cargar el cañizo que encontraron completo.

Pero los buscavidas no sólo fueron al lugar para llevarse materiales de construcción en buen uso. Uno de ellos, acompañado de su hijo, también revisó cuidadosamente cada metro cuadrado. Buscaba zapatillas para niño en buen estado.