-¿Está pensando la posibilidad de crear una empresa estatal y privada, una empresa mixta?
-En estos temas no hay que hacer demagogia porque cuando hablamos de inversiones de 3.000 millones de dólares hay que tener porcentaje para invertir. Se puede hacer a distintas escalas, se puede hacer unidades industriales, usar la figura de nuestro IPEEM (Instituto de Exploraciones y Explotaciones Mineras), con la posibilidad de que un porcentaje de las ventas, no de las ganancias, puedan quedar en arcas del Estado, que es lo que pasa con el IPEEM, por ejemplo, en Veladero.
-¿La instalación de un próximo proyecto minero incluirá una participación del Estado sanjuanino?
-Hay que ver cómo participa el Estado porque si nos piden entrar con el 10 por ciento tenemos que poner 100 millones de dólares. Hay que pensarlo. Hay otras formas por ahí que se pueden hacer distintas, como en algún área que sea nuestra, hacer otro tipo de asociación. Pero son todos temas que hay que ir descubriendo, que hay que ir analizando y que hay que ir viendo la experiencia de otros países.
-¿Imagina un escenario de expropiación en la minería como pasó en YPF?
-No, porque son cosas distintas. Una cosa es la matriz, es la energía de un país, la necesidad imperiosa del autoabastecimiento porque tenemos recursos en el tema hidrocarburífero, y otra cosa es otra actividad productiva. Nadie piensa en expropiar el cultivo de soja ni la industria de la pesca. No hace a un resorte fundamental en la economía del país y la demostración más clara de eso es que el Estado es el que decide sobre su estado de autoabastecimiento y sobre su política hidrocarburífera.
-¿Qué ha dejado la minería en este plazo?
-Creo que ha sido importante ya que al amparo de un proyecto político, que le ha permitido al país un proceso de mucho crecimiento económico, con una movilidad social ascendente, ha generado que donde haya ventaja para producir, esas ventajas se puedan obtener. Eso es lo que ha pasado con la minería. Arrancamos con Veladero, que empezó a construirse el 18 de diciembre de 2003, y fue un desafío que ha dado buenos resultados. Hemos podido crecer y desarrollarnos. Después de Veladero, vino Gualcamayo, luego Casposo, Lama asociada con Pascua. Con un 80 por ciento de montaña no vamos a ir a criar vacas ni a plantar soja porque no se da. Nos decidimos a desarrollar en forma muy sustentable nuestra riqueza, así como otros hacen con distintas actividades económicas. Nosotros tenemos ventajas comparativas y competitivas para hacerlo con la minería.
-¿Cuáles han sido los resultados?
-Hay más de 60 mil personas que trabajan con la minería. Diría que más de un tercio de la población activa de San Juan depende de la minería. Además, los números que podemos mostrar, a grandes rasgos, indican que hubo un 150 por ciento de crecimiento en 8 años, en el que la minería tiene que ver. El hecho de haber multiplicado las exportaciones de 148 millones de dólares en 2003 a 2.518 millones de dólares en 2012. El año pasado hemos crecido un poquito más del 16 por ciento e indudablemente que la minería tiene que ver. Esto trae crecimiento de otras actividades, pero también estamos muy orgullosos de nuestras producciones y cultivos tradiciones.
-¿Cómo le responde a estos sectores críticos que dicen que la minería deja poco en las arcas provinciales?
-Que vengan a ver. Hemos visto lo que pasó con otros proyectos y hemos ido modificando y acordando detalles con las empresas, para darle seguridad jurídica. Acordamos que la regalía fuese el 3 por ciento de facturación y no sobre el valor de boca de mina, que es importante porque representa el 15 y el 30 por ciento más. Creamos los fondos fiduciarios para las obras de infraestructura que están en los informes de impacto ambiental.
Fortificamos el IPEEM que es nuestra empresa minera y es la que tiene los derechos de Veladero y otros derechos que han sido ofrecidos a empresas en concesión, donde también un porcentaje de lo que se produzca queda en las arcas provinciales, en esa empresa del Estado. Critican el cianuro pero no ha habido un solo caso de contaminación, ni en la Alumbrera en Catamarca ni nosotros que empezamos a producir en el 2005, porque se toman todas las medidas y porque además es absolutamente seguro. En esta actividad no se hace nada que no tenga informe de impacto ambiental, ni exploración.
-¿Cómo se manifiesta en obras de infraestructura?
-Con los fondos fiduciarios estamos haciendo otro tipo de obras como caminos, hospitales, plantas de tratamiento de residuos. Además de lo que dejan las regalías en cada departamento y la inversión que hace cada comuna. Entre otras obras, el camino de Rodeo a Angualasto está a punto de terminarse, el microhospital de Huaco, la terminación del polideportivo de Jáchal, que era otro monumento a la desidia y que ya se ha licitado para su culminación, la planta de tratamiento de basura de Jáchal, la que se va a empezar en Iglesia, la repavimentación de la ruta que va de villa Calingasta a Villa Nueva. Estamos pensando en un nuevo hospital en Rodeo y en usar estos fondos.
-¿Cuál es el futuro de la minería a largo plazo teniendo en cuenta que los emprendimientos mineros tienen fecha de vencimiento?
-Yo soy muy optimista, visité una mina de plata en México que tenía 10 años de vida e iban por el año 60, porque siguen descubriendo. Se sigue y se sigue trabajando. No me preocupa porque tenemos toda la cordillera de los Andes para trabajar y Argentina ha empezado recién ahora. Por eso el retraso desde el punto de vista del desarrollo de las provincias del oeste argentino que hoy tienen una gran oportunidad en el desarrollo minero. Tenemos expectativas con Pachón, en Los Azules, en Altar, en Del Carmen, en un montón de yacimientos que ya está probado que hay minerales y que hay que factibilizarlos para que se pueda presentar el informe de impacto ambiental para que se pueda empezar a construir. Yo veo un futuro importante de la minería. A mí me anima el hecho de cruzar la cordillera y ver lo que pasa del otro lado. Un país que hace 200 años hace minería y cada vez hace más, y no ha parado de crecer.

