El uso de la agricultura sostenible en los países en desarrollo puede hacer que los cultivos sean más resistentes a las variaciones del clima y ayudar a reducir el hambre y la pobreza.
Así lo asegura la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en un informe destinado a los participantes en una conferencia que se desarrolla en Bonn (Alemania).
"Si la agricultura en los países en desarrollo se hace más sostenible, incrementa su productividad y se hace más resistente al impacto del cambio climático, ayudaría a reducir la cifra actual de cerca de mil millones de víctimas del hambre y ofrecería mejores oportunidades de ingresos y empleo", señala Alexander Mueller, director general adjunto de la FAO.
"Millones de campesinos pobres en todo el mundo podrían ayudar a reducir las emisiones de gases causantes del efecto invernadero", subraya Peter Holmgren, encargado por la FAO para las negociaciones de la ONU sobre el cambio climático.
Añade que esto requiere muchas inversiones e información, con el objetivo de cambiar los métodos de cultivo insostenibles y para formar a los agricultores en las prácticas para mitigar el cambio climático.
Por ello, el nuevo acuerdo mundial sobre el clima que se adopte en Copenhague en diciembre próximo, necesita incluir la agricultura, agrega Holmgren.
La agricultura -afirma- "es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, con un 14 por ciento del total a nivel mundial. Los cambios de uso de la tierra -como la deforestación- suponen otro 17 por ciento adicional".
Entre 1990 y 2005, las emisiones de la agricultura en los países en desarrollo se incrementaron en cerca del 30 por ciento, y se espera que aumenten aún más, explica.
La retención de carbono en los suelos, a través de una reducción del laboreo, la mejor gestión de los pastizales y la restauración de tierras degradadas, supone la mayor parte del potencial de mitigación en la agricultura.
"Otras opciones en este sentido incluyen un uso más eficiente de los fertilizantes, una mejor gestión de los recursos hídricos y los arrozales, plantar árboles, la alternancia de forrajes y el uso sostenible de la diversidad genética animal", concluye. EFE.