Según el último Censo Nacional Agropecuario del 2018, en nuestra provincia 123 establecimientos agroindustriales aplican la cultura orgánica, 62 la agroecología y 13 la biodinámica, marcando una tendencia que en el país ya encuentra un 2% de los emprendimientos agroecológicos.


"La agroecología, aunque originada desde principios del siglo XX, es considerada todavía como una ciencia en construcción, con muchas críticas que reducen su valor a sólo un enfoque diferente de abordar y solucionar problemas del sector agrario y rural", señaló el profesor Martín Guzmán al ser consultado por Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO. 


Y agregó: "Existe en la actualidad una extensa bibliografía que pone luz a las dudas que respectan del objeto central de estudio de la agroecología -el agroecosistema- sin embargo, es necesario todavía reunir y debatir varios elementos dispersos en torno a su esencia".


"Precisamente con un enfoque ambiental, definimos la agroecología como las relaciones entre agroecosistema-cultura-economía, en donde encuentra su mejor marco de referencia y se acomoda más a la complejidad que enfrenta" explica Martín Guzmán, quien es técnico superior en Gestión Ambiental.


'El término agroecología es, en sí mismo, algo desafortunado, en el sentido que su sola etimología nos remite a tratar las relaciones ecológicas de los campos de cultivo y a olvidar el profundo significado cultural de la producción agraria", indica el profesional.


"Por otra parte, no existe un término distinto que englobe el discurso ambiental de la agricultura aunque, de todas maneras, la agroecología en su devenir histórico ya es parte de las disciplinas que dialogan en todo y por todo con la sociedad", explica el técnico ambiental agregando: "La agroecología es una expresión natural de las discusiones ambientales, trasladadas al campo agrario que, aborda tanto las complejidades del entorno ecosistémico como sus relaciones culturales y económicas, especialmente aquellas derivadas del pensamiento científico y del conocimiento ancestral, sus aplicaciones tecnológicas y sus consecuencias socioeconómicas se traducen en propuestas políticas emanadas de movimientos sociales, con amplias repercusiones en la sociedad".

Prof. Martín Guzmán Tec. Sup. en Gestión Ambiental

¿Es importante?

Ahora bien, Guzmán se pregunta: "¿Es necesaria una práctica agroecológica?" y responde: "Si comparamos la agricultura actual, con una agricultura de base agroecológica, se generan muchos beneficios de índole social, económico y ecosistémico, cuyas consecuencias inciden de manera distinta en los ámbitos políticos y sociales de los grupos humanos".


Consultado por los beneficios señaló: "La agroecología demanda mayores cantidades de mano de obra que la agricultura convencional y, por ende, consolida la generación de empleo rural; promociona el saber hacer de los campesinos, pueblos originarios y en ese sentido consolida el tejido social en las regiones y apoya procesos de paz; es exigente en conocimientos agronómicos, económicos y sociales y, por lo tanto, es un incentivo y un reto a la educación rural y a la investigación universitaria".


Y continuó enumerando: "Conserva la biodiversidad in situ y de esta manera coloca la agrobiodiversidad como una estrategia fundamental para el conocimiento, valoración y uso económico; es un sistema que genera estabilidad de los suelos contra la erosión y que previene los deslizamientos de tierra y los desequilibrios hídricos como inundaciones o sequías; promociona los alimentos sanos, inocuos y libres de plaguicidas, convirtiéndose en un generador de salud, mecanismo que libera al Estado de pesadas cargas prestacionales por atención de enfermedades cubiertas en los seguros sociales y; es el sistema agrario que mayores contribuciones hace a la captura de gases de efecto invernadero y a la estabilidad general climática del planeta, entre muchos otros efectos positivos". 


Diversificación

Para Guzmán, "los agroecosistemas diversificados suelen ser menos vulnerables a pérdidas catastróficas, se adaptan mejor al cambio climático, son más tolerantes a sequías y proveen mejores posibilidades para mantener la soberanía alimentaria, características que los coloca de frente en las discusiones sobre la pobreza y el hambre a distintas escalas locales, regionales, nacionales y globales".


Y por todo ello el "técnico Martín Guzmán concluye: "La agroecología, disputa las tendencias dominantes tanto de la ciencia y la tecnología, como de la organización social, económica y política, planteando rumbos diferentes para la sostenibilidad ambiental de la sociedad contemporánea".

EN NÚMEROS

1  de cada 50 establecimientos rurales se inclina por un desempeño de práctica sustentable en Argentina según el CNA18.


5.277 Establecimiento producen en el país bajo la cultura orgánica o la agroecología según el último Censo Agropecuario.


2.324 Establecimientos agropecuarios de nuestro país desarrollan la agroecología como cultura o sistema productivo.


2.544 Se desarrollan bajo los preceptos de producción orgánica y unos 409 lo hacen con agricultura biodinámica.