Un proyecto conjunto entre el Municipio de Belén, la zona de influencia de Bajo de la Alumbrera en Catamarca, y Minera Alumbrera (MAA), intenta reflotar el cultivo de olivos en el lugar. El objetivo será lograr las 200 hectáreas implantadas cuya producción será destinada al abastecimiento de una planta aceitera.
A dos años de la puesta en marcha, ya son 70 las hectáreas implantadas entre los 25 productores que hasta el momento integran la propuesta (cada uno de ellos tiene entre 3 y 5 hectáreas). El asesoramiento técnico lo brinda el municipio en colaboración con el INTA, mientras que la minera ayuda con la compra de ejemplares, fertilizantes, agroquímicos y hormiguicidas. A su vez, la fiscalización de un ingeniero agrónomo contratado por la empresa permite constatar la evolución del proyecto. Entre las variedades implantadas se ha utilizado piqual, arbequina, hojiblanca, arbusana y coratina.
Más de veinte años atrás, el olivo fue popular en el área comprendida por las localidades de Andalgalá, Pomán, Aimogasta, Tinogasta y Belén, o lo que se conoce como el Bolsón de Pipanacu. Cambios en las costumbres productivas de la gente lo dejaron de lado para dar paso a cultivos como el membrillo, pimientos y aromáticas.
El cambio cultural en la gente y su resistencia al cambio fueron los mayores desafíos que los expertos debieron enfrentar. “Fue duro porque la gente que está acostumbrada a un determinado cultivo no se anima. Es un proceso que implica un cambio cultural en lo productivo, sobre todo porque lo que antes hacían eran cultivos anuales y este es un cultivo a largo plazo”, explicó Jorge Aibar, especialista del INTA en Belén.
Según Aibar, ese proceso se inició en el momento en que se comenzó con la planificación y la búsqueda de ejemplares. Se capacitó a la gente enseñándole sobre las distintas variedades, el comportamiento de cada variedad según la zona, cuidados, rendimientos y lo más importante: la aplicación de tecnologías a la actividad productiva, situación que exigió llevar de visita Expo Olivo a los productores.
“Hasta el momento ellos trabajaban de un modo muy artesanal o más bien por la tradición recibida a través de sus antecesores. Con la visita a la expo intentamos que conocieran maquinarias, sistemas de riego y cuanta tecnología pueda potenciar la producción”, detalló el agrónomo.
De acuerdo a los cálculos, se estima que los olivos del proyecto alcanzarán el volumen de producción previsto dentro de cinco años, momento en el cual el municipio prevé tener instalada la planta aceitera tras el uso de los fondos de la regalías mineras. A la fecha, los municipios de Belén y Andalgalá (ambos situados en la zona de influencia) recibieron 70 millones de pesos en concepto de regalías, según datos proporcionados por Minera Alumbrera.