"El etanol no puede ser el chivo expiatorio del fracaso de organismos internacionales, porque la producción y la utilización del etanol no fueron y no serán responsables por los precios de las materias primas agrícolas", dijo la ministra de la Casa Civil (Presidencia), Dilma Rousseff, en inauguración del encuentro en Sao Paulo.

Rousseff destacó que, en el caso de Brasil, los biocombustibles "son los grandes responsables" para alcanzar el 46% de uso de energía renovable en la matriz energética actual.

El promedio mundial de uso de energía renovable en la matriz energética es del 12%.

"En 2008, el uso de etanol superó al de la gasolina en la flota de automóviles y así constatamos innovaciones que van desde el consumo de agua en la producción hasta el automóvil ‘flex fuel’", subrayó la ministra.

Brasil cuenta con una flota de más de siete millones de automóviles "flex fuel", que permiten la combustión con etanol, gasolina o la mezcla de ambos. Además, el alcohol carburante es mezclado obligatoriamente en hasta un 25% a la gasolina fósil.

La funcionaria recordó que hace treinta años, cuando se inició la producción de etanol a gran escala en Brasil, se producían 3.000 litros anuales por hectárea cultivada de caña de azúcar, una cifra que en la actualidad es de 7.500 litros por hectárea.

"En estos treinta años, con el uso del etanol, dejamos de emitir 850 millones de toneladas de gas carbónico", aseveró.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un mensaje grabado en video en el que defendió la producción mundial del etanol e invitó a los demás países a asumir su responsabilidad para disminuir los efectos de las emisiones de gases a partir de los biocombustibles.

El gobernador de Sao Paulo, José Serra, que también intervino en la primera sesión, apuntó que el potencial del sector para generar energía a partir de la biomasa de la caña de azúcar (etanol de segunda generación) en 2012 es del 56% de la capacidad de la hidroeléctrica binacional Itaipú, la mayor del mundo en operación.