Los precios de los lácteos se dispararon 40% en 2016 y el consumo de estos productos de primera necesidad se derrumbó hasta niveles de 2002, momentos en los que 
el país atravesaba una profunda crisis económica. 

La demanda de leche en polvo -consumida mayoritariamente por los sectores más humildes de la población- se derrumbó un 45 por ciento en los doce meses del año pasado, hasta alcanzar la marca más baja en lo que va de este siglo. Lejos de recuperarse en el arranque del 2017, el sector lácteo registró una sostenida baja en la demanda de sus productos durante el primer trimestre, según estadísticas oficiales del ministerio de Agroindustria. Los datos oficiales del Gobierno indican que en 2016 se tomaron cuatro litros menos de leche por habitante respecto de 2015, lo que significó una baja del 9,2 por ciento.