Cuando de cobre se trata, lo que diga y haga China puede llegar a empujar la cotización o a derrumbarla, eclipsando muchas veces lo que pase en el resto del planeta. Ocurrió el jueves pasado, cuando el aumento de las importaciones cupríferas del gigante asiático elevó el valor del metal rojo a un pico máximo de 8 meses.
La tendencia, de confirmarse como tal, alienta las inversiones en materia de proyectos para producción de cobre en estas latitudes, como Pachón.
El jueves pasado, la Bolsa de Metales de Londres (algo así como el termómetro del sector) anotó el cobre para entrega en tres meses a 5.290 dólares la tonelada, tras haber llegado a los 5.300 en la jornada. Es decir, el valor máximo desde el 14 de octubre del año pasado, cuando la crisis financiera internacional pegaba de lleno en la industria y, por consiguiente, en la demanda de los insumos. Entre ellos, el cobre.
Según informó la agencia Reuters “una ola de buenos datos económicos también ayudó a que el cobre trepara más de un 10 por ciento en lo que va de junio”.
China podría liderar la recuperación económica. En mayo, sus índices oficiales mostraron un aumento en las inversiones. El optimismo fue la conclusión lógica en los mercados. El gigante asiático exhibió, al mismo tiempo, una creciente importación de cobre, con cuatro meses consecutivos de alza en la demanda.
Al mismo tiempo, se notó un leve descenso en las existencias del metal rojo en China, otro de los indicadores que se tienen en cuenta a la hora de alentar expectativas.
La libra de cobre, el jueves del récord mencionado, cotizó a 2,388 dólares. Ese valor cayó levemente hasta los 2,377 dólares al cierre de la semana pasada. Aún así se consolidó como uno de los mayores precios en lo que va del año y acumuló un 3,7 por ciento en la comparación con la semana anterior, según informó la agencia EFE.
Un documento de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) explicó que siguen las señales alentadoras también desde Estados Unidos. Allá se registró un alza de las ventas minoristas del 0,5 por ciento durante mayo, lo cual implicó una recuperación de una serie de caídas anteriores.
Cohilco anotó además el pronóstico optimista del Fondo Monetario Internacional, que para el año 2010 proyectó un crecimiento del 2,4 por ciento, aunque conservando la caída prevista del 1,3 por ciento para este año.
Al cierre de esta edición se aguardaba con expectativa la difusión de los datos de construcción residencial y actividad industrial e inflación de Estados Unidos, prevista para la semana actual. Según Cohilco, esos números estadísticos podrían repercutir también en la cotización del cobre.