Muchos padres y cuidadores tienen dudas sobre la cantidad de ropa que deben ponerle a sus pequeños, cómo pueden protegerlos de las enfermedades típicas de la época, entre otros aspectos. Con la llegada de la época más fría del año, hay un aumento considerable en la incidencia de enfermedades respiratorias, tanto alérgicas como inflamatorias. Esto significa que se necesita tener cuidados especiales con los bebés. El aumento de la incidencia de este tipo de enfermedades se debe a la disminución de la humedad, lo que provoca una mayor suspensión de partículas en el aire. Además, los entornos tienden a permanecer más cerrados, lo que perjudica la circulación del aire y contribuye a la proliferación de enfermedades.


Los principales tipos de enfermedades respiratorias que aparecen en invierno son la gripe, los resfriados y las alergias. Para prevenirlas, debe practicarse el lavado de manos y cobijas, evitar lugares cerrados y, si es posible, evitar el contacto con personas que estén enfermas. Además, siempre se recomienda consultar a tu pediatra de confianza para obtener más información e indicaciones. 


Abriga correctamente a tu bebé
Es común que surjan dudas a la hora de vestir a los bebés en invierno, después de todo, los pequeños todavía no saben indicar cuánto frío tienen. El consejo general es que sienten más frío que los adultos, por lo que necesitan ropa adicional para abrigarse. Por lo tanto, básate en el frío que sientes y en la ropa que usas para calcular cuánto abrigo y ropa necesita tu hijo. Normalmente, hasta los 2 años, una capa extra de ropa en relación con el adulto es suficiente para proteger al niño.


Cuidado con las mantas
Muchos padres optan por envolver a sus pequeños en mantas gruesas y mullidas. Sin embargo, debes tener cuidado con el uso de mantas, almohadas y peluches en la cuna. La recomendación es que el bebé no duerma con ninguno de estos objetos y juguetes, ya que esto puede incrementar el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Un consejo es vestir a tu hijo con una capa de ropa para el frío, ya que es cómoda y puede aislar el calor corporal del niño.


 Atención a la higiene  
La proliferación de enfermedades se puede prevenir con un acto muy simple pero poderoso: lavarse las manos. Haz esto sobre todo a la hora de cambiar pañales, limpiarle la nariz tu bebé, comer o preparar comidas y, por supuesto, después de ir al baño. Este hábito contribuye a la no diseminación de virus y bacterias responsables de enfermedades.


Otro elemento que se debe agregar a la lista de cuidados durante el invierno es lavar las mantas y la ropa de abrigo que se usa menos, ya que estos pueden acumular partículas que causan alergias.


Son muchas las preocupaciones que hay que tomar cuando tenemos un bebé, pero sin duda hay muchas formas eficientes de protegerlos durante la época de frío.

Fuente: Kinedu