La conocida historia del sapo que luego de ser besado se convierte en príncipe se podría aplicar a lo ocurrido con la localidad de Susques, ubicada en la Puna jujeña. En esta adaptación minera contemporánea del cuento, se podría decir que el sapo es la prácticamente perdida localidad jujeña y que el beso transformador es el litio, un pretendido mineral. Mientras que la metamorfosis se produjo convirtiendo el desolado paraje en una gran base de operaciones de la empresa Lithium América. Esta compañía está a cargo del área bautizada como Cauchari, una zona ubicada a 8 kilómetros de Susques, que posee 43.400 hectáreas llenas de litio, futuro y proyección internacional. El paraje de Susques tan sólo posee 300 habitantes y se caracteriza por ser una de las localidades más elevadas de Argentina a las que se puede acceder a través de ruta. Esto se debe a que se encuentra a 3.896 metros sobre el nivel del mar.

Más allá de la hermosura de los altos y pintorescos paisajes jujeños, el paraje parecería un lugar destinado al olvido. Sin embargo, hace dos años, el geólogo Waldo Pérez se dio cuenta de que en esa zona había mucha riqueza escondida. De repente, Susques dejó de ser un punto perdido en el mapa, para convertirse en una de las localidades mineras más destacadas del país.

El dato no resulta menor, debido a que el litio es el mineral del momento. Todas las empresas lo utilizan como materia prima de baterías. Desde las que se utilizan en los celulares, a las que ya sirven para propulsar los autos eléctricos. Es un mineral de suma importancia para la tecnología y el futuro de la industria en general.

A esto se le debe sumar que la Puna alberga el 83 por ciento del total del litio que existe en el planeta Tierra. El resto se encuentra en el Tíbet (15 por ciento) y en Nevada, Estados Unidos (2 por ciento). La empresa a cargo del nuevo yacimiento es Lithium América.

La autopartista Magna, que le compró la marca Opel a Volkswagen, y el coloso japonés Mitsubishi son socios de Lithium en este yacimiento de litio argentino. Actualmente y según información institucional de la página web de las empresas mencionadas, todas están interesadas en garantizar ese insumo clave. Ya recolectaron 65 millones de dólares para los primeros 40 pozos de exploración y Cauchari les dio la sorpresa. Al principio estimaban una producción de 5 millones de toneladas y velozmente trepó a 8,1 millones de un litio casi puro y listo para ser comercializado.

De esta manera, la zona de futura explotación subió al podio internacional al convertirse en el tercer yacimiento del mundo en cantidad de mineral detrás de Uyuni en Bolivia, explotado por una sociedad estatal, que produce 29,1 millones de toneladas y el Salar de Atacama en Chile, de la minera SQM, con 26,5 millones de toneladas de litio.

En Argentina ya son tres los proyectos de litio que se contabilizan donde se incluye el de Cauchari. Los otros son el Salar del Hombre Muerto en Catamarca, de la empresa FMC de EEUU. Y el Salar de Olaroz, de la australiana Orocobre en Jujuy y en la que la compañía Toyota tiene una participación del 25 por ciento.