El verano 2018 les trajo a dos emprendedoras locales la posibilidad de mostrar sus productos en diferentes zonas turísticas por excelencia. Anahí Lépez cargó sus valijas con sus mejores collares y accesorios para desembarcar, hace apenas unos días, por primera vez en la costa atlántica y lucirse junto a grandes marcas y reconocidas modelos mientras que los diseños con pieles de cabrito y lana de oveja de Lylia Raffo esperan que el calendario les acerque al 20 de febrero, ya pasado el carnaval uruguayo, para desplegar todo su potencial en las playas y ciudades de la Banda Oriental.
Ambas diseñadoras coinciden en que son escenarios inmejorables para presentarse ante nuevos públicos y nuevos mercados, sin dejar de cuidar a los clientes sanjuaninos. Es llegar a la vidriera nacional e inclusive al exterior.


Cadena de oportunidades


Cuando recibió la invitación por parte de "Pitu" Di Marco y Guillermo Azar para ser parte del Buenos Aires Moda Look, a Anahí Lépez -dueña de la marca de accesorios Francesca Rossi- tuvo sensaciones encontradas. Un poco de miedo, otro de desconfianza y mucha ansiedad que fue la que terminó por torcer el destino de esa decisión. Algo en su interior la motivaba a decir que sí. Finalmente el evento en cuestión se pospuso en varias oportunidades hasta que la convocatoria mutó por otra que le resultó más atractiva aún: a fines de enero tenía pase directo para llevar sus productos a dos pasarelas armadas en las playas argentinas más convocantes.

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Entre el 21 y el 24 de enero pasado, Anahí Lépez y sus Francesca Rossi auténticos estuvieron en el Pinamar Moda Look que tuvo el mar y la arena de fondo como pasarela y el desfile Nº11 del estilista Leo Paparella, que fue en el Paseo Aldrey Shopping de Mar del Plata.

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"Esta es la primera vez que participo en desfiles de verano y fue algo maravilloso", dice todavía impactada por las repercusiones de las pasadas de sus productos por parte de modelos como Sofía Zámolo y Sofía "Jujuy" Jiménez, entre otras caras reconocidas de la moda argentina. De hecho, en ambos eventos cosecharon suspiros también Nicole Neumann, Julieta Prandi, Soledad Solaro, sólo por citar algunas modelos del momento. Además de las pasadas de biyou -que estuvieron enmarcadas con las mallas de la marca Xelú- reconocidos diseñadores y marcas de ropa, como Benito Fernández y María Gorof, mostraron sus creaciones.


"Llevé muchos collares y pecheritas de todo tipo, para fiesta y de la línea informal para lucir todos los días. Lo mejor de todo fueron las repercusiones de estos eventos y la cantidad de contactos que surgieron para vender en todo el país. De hecho, al ver mis productos me empezaron a invitar a otros desfiles pero ya no pude ir. De todos modos, la convocatoria está abierta para febrero en Mar del Plata", cuenta feliz Anahí, estudiante de Publicidad y Propaganda, que comenzó hace unos seis años a ensamblar engarces y cadenas para lucirlos ella misma, pero fueron tantos los elogios de amigas y conocidas que comenzó a producir en cantidad. El boca a boca hizo que la demanda creciera entonces se hizo su página en Facebook y en Internet, inventó su marca (el nombre no tiene relación alguna con ningún familiar sino que responde a su gusto por el arte italiano) y así comenzó a distribuir en diferentes provincias. Ahora está proyectando vender en el exterior. Sin lugar a dudas, reconoce, los desfiles de la costa argentina, fueron un gran empujón.


 

Pieles que hacen "Punta"

La semana del 20 al 26 de febrero próximo, las playas y ciudades uruguayas serán testigos del Fashion Show Arte & Moda Internacional 22º Edición, un evento privado que recorre lugares como Nueva Helvecia en Colonia, Fray Bentos, La Paloma, Minas para cerrar de manera espectacular en Punta del Este. Allí todo es moda, diseño y buen gusto.


Como representante argentina y por segunda vez invitada -ya estuvo en el 2017- irá la sanjuanina Lylia Raffo, una emprendedora local que bajo la marca AcequiA, diseña y cose prendas de abrigo con cueros y piel de cabrito combinados con tejidos de lana de llama y oveja. Además irán Ibis Kriebaum, una diseñadora formoseña y otra de Jujuy. Pero ellas no serán las únicas protagonistas de los desfiles: habrá creativos de la moda de Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil y los dueños de casa, Uruguay. Habrá modelos de cada país, entre ellos, dos de los tres hijos de Lylia, por ahora José Francisco y Ana Sofía, ya que la tercera no puede desfilar por ser menor de edad.


"Recibí con mucha alegría esta convocatoria porque quiere decir que les gustó lo que mostramos el año anterior. Esta vez llevo un nuevo desafío: no solo me pidieron las camperas, chalecos y tapados de piel sino además un vestido de novia de piel de cabrito, así es que me puse a elaborarlo combinándolo con raso nupcial, seda y lana de llama de Barreal. Quedó muy original", cuenta la emprendedora que además, por reglamento, no sólo deberá mostrar al menos 8 prendas sino que tendrá que pensar una apertura de sus pasadas con prendas que identifiquen al lugar de dónde viene, reforzando la identidad nacional. Lylia pensó en el poncho sanjuanino como bandera. Es por eso que su participación recibió por parte de la Secretaría de Cultura del gobierno de San Juan no sólo el aval sino una declaración de interés cultural.

A Lylia siempre le gustó el diseño. De hecho, se inclinó por la Arquitectura, ámbito en el que supo ser docente y parte de un estudio, hasta que decidió dejarlo todo hace 10 años para volcarse de lleno a la confección de prendas de abrigo. De todos modos, este año planea volver al primer amor: los planos y maquetas de Arquitectura.


Cuando Lylia vio por primera vez unos cueros de cabrito en el Puerto de Frutos, en el Tigre, le encantaron y esa fue la puerta de ingreso al mundo de la costura y el diseño. Los resultados fueron tan vistosos y tan originales que se animó a seguir creando sin límites al punto que además de sacones de autor agregó accesorios como polainas, carteras y hasta gorros con identidad ya que utiliza cueros y pieles de cabras de Caucete y Valle Fértil, de animales que los lugareños faenan para consumo.

Fotos: colaboración Lylia Raffo y Anahí Lépez