El creciente interés de la Secretaría de Minería de la Nación de dar impulso a la creación de empresas mineras públicas en el país puso sobre el tapete un cambio de paradigma: el de profundizar la cooperación entre el Estado y sector privado, mediante un rol activo del primero a través de su participación societaria en los emprendimientos. En este escenario, la minería metalífera y no metalífera a pequeña escala tienen ante sí un panorama de desarrollo.

Con un mercado cada vez más competitivo en el que la participación de la pequeña minería se reduce justamente en aprovechar las oportunidades, no queda otra que apostar a la industrialización de materias primas con el mayor valor agregado posible. La incorporación de tecnología, mejoras en los procesos e infraestructura y la consecuente mano de obra calificada, serán el sustento de un modelo basado en la creación en cada provincia, de empresas mineras públicas o sociedades del estado, que participen como socias de inversores privados en el desarrollo de proyectos productivos.

Para algunos analistas es la posibilidad de reforzar el carácter regional de la minería que, en el caso de San Juan, podrá dar impulso a segmentos productivos como el de las cales, minerales de tercera categoría (conformados por rocas de aplicación, construcción y ornamento) y pequeños yacimientos metalíferos que como tales, no son considerados por los grandes inversores. “Depende de cómo lo instrumente cada provincia, pero si por lo pronto significa la generación de créditos blandos que permitan financiar a los que no tengan respaldo económico, se los tecnifica, se los forma y desde las áreas de minería se orienta a los inversores hacia el potencial de estos núcleos productivos más chicos, puede ser muy positivo”, opinó Guillermo Preisz, reconocido ingeniero de minas y consultor minero local.

La iniciativa de constituir empresas mineras estatales no es nueva, aunque sí la intención de reflotar y renovar las existentes en función de las necesidades actuales. A mediados de año trascendió la intención del Gobierno de San Juan de transformar el Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM), “en una especie de empresa provincial que se anime también a apoyar y generar a otra escala que no sea la escala media y grande que es la que hoy hay en el país y que hay en la provincia de San Juan y hacerlo también con distinto tipo de minerales, donde pueden entrar muy bien los de tercera categoría, que es lo que nos interesa", según declaró oportunamente a Diario de Cuyo, el propio gobernador Gioja.

Si bien no hay precisiones y por el momento es un proyecto que seguramente tendrá concreción a partir de 2012, se habla de la instalación de plantas de procesamiento e incluso de una planta de embolsado. A su vez está en análisis el lanzamiento de un crédito a tasa subsidiada por el Estado, para los productores y prestadores mineros que quieran mejorar su capital de trabajo.

En este marco, puede decirse que el proyecto sanjuanino representa una revalorización de “la otra minería”, que siempre estuvo, está, y requiere de desarrollo. Asimismo manifiesta una tendencia en donde la sociedad del estado como motor de cambios, se basa en la concentración de recursos en etapas posteriores a la extracción del mineral, haciendo hincapié en su industrialización. En este proceso, la minería metalífera y no metalífera a pequeña escala tienen la posibilidad de fortalecerse y de lograr productos con perfil más comercial.

Esta intención de un rol más activo y ampliado del IPEEM, tiene que ver con la evolución minera sanjuanina que exige acciones cada vez más protagónicas por parte del Estado. El organismo reúne las condiciones y consta de una trayectoria con la que podrá hacer frente al eventual desafío.

El IPEEM se creó en 1989 como un organismo autárquico con personería jurídica que se vincula con el Poder Ejecutivo provincial a través del Ministerio de Minería. Su objeto es la adquisición de derechos mineros conforme lo determina el Código de Minas e inscribir los mismos a su nombre con la finalidad de convenir su exploración y explotación mediante contratos celebrados con terceros (el caso más emblemático es el de Veladero otorgada en concesión mediante un contrato a Barrick). Según Felipe Saavedra, ministro de minería provincial, el IPEEM fue la primera empresa estatal minera creada en el país. “Siempre está participando y de alguna manera también con las privadas, como por ejemplo haber acordado con la empresas operadoras el aumento de las regalías al 3% de facturación, el 1,5% de fideicomiso de la venta de minerales, el 4x mil de las empresas prestadoras de servicios, todas medidas inéditas en el país”, puntualizó Saavedra. Un año antes se creo FOMICRUZ (Fomento Minero de Santa Cruz Sociedad del Estado) en Santa Cruz, pero su funcionamiento varía en cuanto a que participa como socio accionista de emprendimientos mineros, como en el caso de Cerro Vanguardia (del grupo AngloGold Ashanti) donde tiene el 7,7% de participación.