Colegas y familia: Alejandro junto a sus colegas los ingenieros Luis Atala y Alberto Grasso, más la infaltable compañía de su esposa Ana María.

El 15 de septiembre de 2017 no será una fecha más para Alejandro Mora, el egresado número 500 como ingeniero de Minas de la UNSJ. “Así lo dicen los registros” dijo, pero este particular número encierra mucho más, resume su historia, un pedazo de su vida. 


Alejandro Mora tiene 46 años y si bien hace poquito que oficialmente puede ostentar su título de ingeniero, trabaja en la actividad desde el 2004, año en el que con materias cursadas se fue a trabajar a la mina Veladero donde estuvo nueve años como Supervisor de Minas. “En 2013 tuve una oferta en Cerro Negro, Santa Cruz, donde gané experiencia en minería subterránea y eso fue un poco lo que determinó la base de mi trabajo final que tuvo que ver con eso”, comentó.


En Gold Corp estuvo tres años, pero luego, tras el fallecimiento de su papá, retornó a San Juan para contención de su madre y ordenar cosas de familia. “Fue un momento difícil pero me motivó aún más para recibirme, era un ciclo que debía cerrar, por lo que este año destiné un 50 por ciento de mi tiempo a mi trabajo final”, contó este ingeniero que se repartió entre apuntes y parrales, en San Martín, aprovechando que ya había culminado la época de poda de la finca familiar. 


A futuro sus expectativas están en volver a algún yacimiento, reconectarse con la minería que tanto ama y si no, transmitir su experiencia. “No puedo quejarme y todo fue en base a esfuerzo, si tengo que transmitir algo a los jóvenes de la nueva generación que estudian la carrera, es que se dediquen y la terminen si se dan las condiciones, uno no sabe las vueltas que da la vida”, comentó Alejandro. 


Como anhelo le gustaría volver a Lama, donde incursionó durante sus años en Veladero. “La cordillera me llama y las condiciones que tiene ese lugar plantea desafíos constantes para quienes amamos esto. Espero un futuro promisorio para Lama y destaco el trabajo subterráneo que están haciendo en Gualcamayo, están trabajando muy bien”, cerró Alejandro, el Ingeniero de Minas número 500.