Un grupo de investigadores patagónicos fabrica ladrillos a partir de las cenizas generadas por el volcán Puyehue, que hizo erupción en Chile hace un año y cubrió la ciudad de Bariloche. El ladrillo permite construir estructuras resistentes y eficientes; al mismo tiempo, se realiza ensayos para sustituir el cemento por ceniza volcánica fina en la mezcla de construcción. La intención es lograr la utilización de estos materiales en la construcción de viviendas de emergencia.
Las investigaciones sobre los posibles usos de la ceniza volcánica forman parte del “Programa de Emergencia Volcánica” (PROEVO), que es coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro e impulsa otros 23 proyectos en relación con los impactos de las cenizas.
Según se difunde en la página oficial del programa, los arquitectos Marianela Romero Hamsa y Álvaro del Villar trabajan en el proyecto denominado “Bloque de ceniza volcánica” que ha sido patentado como Block –T. El bloque es fabricado con maquinaria y secado al natural; brinda un fácil montaje y rapidez en mano la obra.
La particularidad es su tipo de ensamble, ya que constan de un sistema de encastre vertical y horizontal, que permite su fácil unión, con espacios para cañerías y cables de luz; lo que permitiría reducir el uso de mano de obra. Fueron pensados, además, para refugiar de los intensos vientos patagónicos a quienes habiten una vivienda construida con ellos, mediante la incorporación de materiales aislantes y un sistema de aislamiento térmico.
Los bloques miden 30 cm de largo, 20 cm de ancho y 15 cm de alto. Durante la investigación, se fabricó un total de 64 muestras, con ceniza, perlita y otras con cemento y cal que se enviaron al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Buenos Aires y, recientemente, han tenido un resultado positivo a los ensayos de resistencia.
En forma paralela el doctor en Química Julio Goldenberg, trabaja en el proyecto "Estudio de factibilidad de la utilización de cenizas volcánicas del complejo volcánico Puyehue – Cordón Caulle, como material de construcción" en la Universidad Nacional del Comahue. El estudio de Goldemberg, apunta al reemplazo parcial del cemento por la ceniza, aprovechando sus propiedades químicas. Según detalla la información de PROEVO, la ceniza volcánica usada en este proyecto fue traída de la localidad rionegrina de Ingeniero Jacobacci, ceniza súper fina de, aproximadamente 10 micrones ya que es la que más se asemeja al cemento en cuanto al tamaño de partículas. Esa ceniza, combinada con agua, cemento, arena y cal, serviría para crear mezclas de unión de ladrillos o preparaciones de hormigón.
Este grupo de investigadores, que comenzó a trabajar en septiembre de 2011, ya elaboró más de 70 probetas cúbicas y cilíndricas preparadas con mezclas de 20%, 40% y 60% de ceniza sustituyendo el cemento. Los resultados son alentadores y se han obtenido muestras en las que la ceniza manifestó gran resistencia.

