Investigadores sanjuaninos avanzan en el estudio de la biodegradación de caucho vulcanizado, un aporte ambiental para un problema que hasta el momento no tiene solución como lo es la disposición final de los neumáticos fuera de uso. Con dos años de desarrollo, la investigación culmina a fin de año y de obtener resultados auspiciosos será una contribución sustentable a la sociedad, a la vez de un aporte clave para la industria minera que de momento y ante la falta de alternativas concretas, sólo efectúa el acopio de los neumáticos en desuso.
La iniciativa integra un proyecto de innovación tecnológica desarrollado por académicos de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), presentado en 2011 ante la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia (SECITI). En específico se trata de “Desarrollo de tecnología para la reducción de tamaño y biodegradación del caucho”, la denominación concreta del proyecto, el cual contempla la interacción de diversas líneas de acción y cuyo resultado final es la obtención de biosurfactantes. Luis Gutiérrez, ingeniero del Laboratorio de Hidrometalurgia del Instituto de Investigaciones Mineras (IIM) de la UNSJ y la doctora Nora Paños, del Laboratorio de Microbiología Minera también de este instituto; son quienes coordinan esta investigación multidisciplinar.
El proceso inicia con el desgarro y reducción de tamaño de los trozos de caucho a tratar (el equipo también trabaja en el diseño de un molino a escala especial para este producto). Luego los trozos se someten a dos líneas de acción: Una mediante un proceso de desvulcanización por acción de microondas para su posterior biodegradación por bacterias y otra, la biodegradación microbiana sólo en el caucho triturado. “La exposición al microondas produce un debilitamiento del producto, hay un cierto proceso de ignición interna que vuelve poroso al caucho, una condición propicia para el posterior ataque con bacterias; todas ellas indígenas, es decir, que están contenidas en el material y a las que se les crea las condiciones para que se desarrollen”, explicó Gutiérrez. “El microonda rompe más los polímeros, entonces el ataque microbiano es más rápido porque hay mayor superficie de contacto por donde atacar. Esa es una alternativa, pero produce menos cantidad de surfactantes porque hay menos nutrientes. A priori, parecería que se obtiene más biosurfactante con el caucho sin pasar por el microonda.
El caucho es el nutriente para estas comunidades microbianas y partir de él se multiplican”, agregó al respecto Nora Paños. Una u otra alternativa, dependerá de la valoración técnica, económica y ambiental que se realice del proyecto una vez obtenidos los resultados finales. “Si son positivos nuestro interés será cambiar la escala a través de un proyecto de mayor envergadura financiado por el Estado y buscar en forma conjunta apoyo del sector privado e industria, como puede ser la minera”, puntualizó Gutiérrez.
Lo atractivo es el producto final que se desea obtener que es el caso de los biosurfactantes, moléculas producidas por microorganismos que presentan una alta actividad de superficie y propiedades emulsificantes. “Nuestra investigación busca aprovechar el hecho de que ciertos microorganismos sintetizan surfactantes de manera natural en sus procesos de obtención de alimento. Estos biosurfactantes pueden ser utilizados para incorporarlos a la producción de detergentes y múltiples productos industriales que habitualmente usan surfactantes pero de origen químico”, detalló Paños.
Según literatura específica, los surfactantes son agentes químicos que cuando se disuelven en agua ejercen diversas funciones como humedecer, emulsificar, dispersar o solubilizar el producto que los contiene. Habitualmente son obtenidos por síntesis química; en contrapartida un biosurfactante es aquél obtenido en forma natural por acción de los microorganismos.
En un marco en donde la tendencia es un consumidor más interesado en la protección de su entorno, la producción de surfactantes biológicos es una gran alternativa. En este sentido, la investigación de los sanjuaninos propone un círculo virtuoso y amigable con el medio ambiente: Por un lado se brinda solución a la reutilización de neumáticos y al mismo tiempo se propone la obtención de un producto que se caracteriza por ser biodegradable.

