La industria ganadera a la expectativa por retracción del mercado importador chino. De cara a un nuevo ciclo comercial, resulta ineludible contemplar el efecto que generará en la industria la desaceleración al menos transitoria- de las compras chinas.


Desde mediados de noviembre China ha comenzado a dar señales de un cambio de timón en su política de abastecimiento externo. Este cambio, lejos de ser fortuito, responde a una clara estrategia del gobierno para intentar contener el proceso inflacionario que ha comenzado a gestarse como consecuencia de la voracidad comercial exhibida por los principales importadores ante la crisis sanitaria, exacerbada en los últimos meses por el advenimiento del Año Nuevo Lunar, que representa el momento de mayor consumo de carnes para toda la región.

Son cuatro los ejes principales de la estrategia conducida por el gobierno chino para navegar esta crisis. En primer lugar, la toma de acciones concretas para agilizar las habilitaciones de plantas proveedoras en todo el mundo. Bajo esta iniciativa se estima que llegó a habilitar unas 177 nuevas plantas en 22 países.

Paralelamente, la decisión de habilitar el ingreso de carne desde Hong Kong, tradicionalmente considerado el "canal gris" por el cual se filtran enormes volúmenes de carne de países vecinos a China sin la debida habilitación.

Como tercer eje, la liberación de miles de toneladas carne de cerdo proveniente de almacenes estatales, reservados precisamente para atender casos de emergencia alimentaria.

Por último, y quizás el más contundente, lo representa la determinación de cortar abruptamente la financiación otorgada a empresas importadoras sobre nuevos contratos de compra lo que conllevó a una paralización casi total del comercio así como a la renegociación de una gran parte de los contratos preexistentes.

Hasta acá, lo conocido. El mercado vive un total desconcierto aunque persiste la confianza respecto de la necesidad de su demanda. Más allá de estas medidas, no cabe duda de que China seguirá comprando dado que aún mantiene un importante déficit de carne que demandará al menos un par de años resolver. En cuanto a los tiempos de la reanudación de la actividad comercial, las opiniones de los principales analistas se encuentran divididas entre quienes estiman que este freno comercial no se prolongaría más allá de febrero-marzo y entre aquellos, menos optimistas, que ven a esta situación sosteniéndose hasta mediados de año.


Fuente: Mercado Ganadero. Rosgan y Primicias Rurales